Dos tiros segaron la vida de Christian David Hurtado Garcés, de 20 años. Sus familiares mencionaron que él tuvo una riña hace cuatro meses en el sector El Mosquito, del bloque 3 de la Unión de Bananeros, sur de Guayaquil, y que su muerte sería producto de una venganza.La víctima fue baleada la madrugada de ayer. Algunos parientes lo trasladaron al hospital Guayaquil, pero en el trayecto falleció. Sus restos fueron llevados al anfiteatro de Medicina Legal, pero sus allegados no tenían dinero para los gastos mortuorios.Los familiares realizaron una colecta en la barriada para pagar parte del féretro, pues ninguna funeraria quiso colaborar con ellos.“Recién lo retiramos a las 13:30. Ahora no tenemos para sepultarlo, no sabemos cómo hacer con mi hijo”, mencionó Inés, su madre.La progenitora comentó que él era el sustento de su hogar. Hurtado Garcés vivía junto a 5 personas, entre ellos su esposa y su hijo de 9 meses, en una casa de 16 metros cuadrados armada junto a una vivienda, para ahorrar en la construcción de un muro.Una pared de plástico dentro del domicilio separa la improvisada sala con el dormitorio, que tiene una litera y la cuna del bebé. Ahí vivía Christian David, quien reunía dinero para construir una casa, según comentó su mamá.Kerly, una hermana del fallecido, acotó que “nosotros le aconsejábamos que no vaya al lugar donde lo mataron, pues ahí funciona una barra que es frecuentada por un sujeto peligroso”.La pariente agregó que “ese mismo es el tipo con quien tuvo problemas hace cuatro meses. No sé cómo se llama, pero sabemos que ronda ese sector”.Mariuxi Cuero, esposa de la víctima, contó que “hoy (sábado) teníamos planeado salir al centro a pasear y a comprarle algo a nuestro hijo. Ahora mi marido ya no está. Christian soñaba con tener casa propia. Últimamente trabajaba de albañil en una construcción cerca de aquí. Él era alegre y siempre hacía bromas, pero no le gustaban las fotos”.Algunos amigos también acudieron a su velorio. Uno de ellos comentó que Hurtado “nunca dejó su gorra a un lado”, eso lo confirmó su madre, quien señaló que “por eso lleva una puesta. Él será sepultado con su prenda favorita puesta, cuando consigamos cómo enterrarlo”.Quien desee ayudar a la familia de Christian Hurtado puede comunicarse al 081375108.Según el protocolo de autopsia, la víctima recibió un tiro en la espalda y otro en uno de sus brazos.
Dos tiros segaron la vida de Christian David Hurtado Garcés, de 20 años. Sus familiares mencionaron que él tuvo una riña hace cuatro meses en el sector El Mosquito, del bloque 3 de la Unión de Bananeros, sur de Guayaquil, y que su muerte sería producto de una venganza.La víctima fue baleada la madrugada de ayer. Algunos parientes lo trasladaron al hospital Guayaquil, pero en el trayecto falleció. Sus restos fueron llevados al anfiteatro de Medicina Legal, pero sus allegados no tenían dinero para los gastos mortuorios.Los familiares realizaron una colecta en la barriada para pagar parte del féretro, pues ninguna funeraria quiso colaborar con ellos.“Recién lo retiramos a las 13:30. Ahora no tenemos para sepultarlo, no sabemos cómo hacer con mi hijo”, mencionó Inés, su madre.La progenitora comentó que él era el sustento de su hogar. Hurtado Garcés vivía junto a 5 personas, entre ellos su esposa y su hijo de 9 meses, en una casa de 16 metros cuadrados armada junto a una vivienda, para ahorrar en la construcción de un muro.Una pared de plástico dentro del domicilio separa la improvisada sala con el dormitorio, que tiene una litera y la cuna del bebé. Ahí vivía Christian David, quien reunía dinero para construir una casa, según comentó su mamá.Kerly, una hermana del fallecido, acotó que “nosotros le aconsejábamos que no vaya al lugar donde lo mataron, pues ahí funciona una barra que es frecuentada por un sujeto peligroso”.La pariente agregó que “ese mismo es el tipo con quien tuvo problemas hace cuatro meses. No sé cómo se llama, pero sabemos que ronda ese sector”.Mariuxi Cuero, esposa de la víctima, contó que “hoy (sábado) teníamos planeado salir al centro a pasear y a comprarle algo a nuestro hijo. Ahora mi marido ya no está. Christian soñaba con tener casa propia. Últimamente trabajaba de albañil en una construcción cerca de aquí. Él era alegre y siempre hacía bromas, pero no le gustaban las fotos”.Algunos amigos también acudieron a su velorio. Uno de ellos comentó que Hurtado “nunca dejó su gorra a un lado”, eso lo confirmó su madre, quien señaló que “por eso lleva una puesta. Él será sepultado con su prenda favorita puesta, cuando consigamos cómo enterrarlo”.Quien desee ayudar a la familia de Christian Hurtado puede comunicarse al 081375108.Según el protocolo de autopsia, la víctima recibió un tiro en la espalda y otro en uno de sus brazos.