Jorge Oswaldo Garay Talledo, de 45 años, un conocido y próspero comerciante de la parroquia Charapotó, de Rocafuerte, apareció muerto la mañana de ayer a un lado de la carretera, cerca del sitio San Ignacio, con siete impactos de bala en su humanidad.
Testigos señalaron que, a las 22:00 del lunes, el hombre caminaba por las calles Santisteban y Colon, en pleno centro de Charapotó, y se dirigía a casa de su abuela, cuando fue interceptado por tres sujetos que se movilizaban en una camioneta oscura, marca Blazer. Los matones treparon al vehículo a Garay Talledo sin levantar sospechas.
Como al siguiente día el almacén de la víctima estaba cerrado, los vecinos y conocidos empezaron a llamar al comerciante a su celular, ya que este acostumbraba abrir el negocio muy temprano, pero el teléfono estaba apagado.
Uno de los empleados del negocio narró que en el momento del rapto Jorge Oswaldo cargaba en su poder cerca de mil dólares de la venta del día.
Elementos de Criminalística de Portoviejo llegaron a la escena del crimen y verificaron que el occiso presentaba cerca de siete disparos en varias partes de su cuerpo.
Los deudos aseguraron que se le robaron los documentos personales, mil dólares, las llaves de su automóvil, teléfono celular, entre otras pertenencias.
Uno de los trabajadores de Garay Talledo manifestó en voz baja que al hombre lo acosaban unos colombianos, ya que este les debía un dinero.
Esta y otras hipótesis son investigadas por la Policía, ya que presumen que los delincuentes fingieron un robo para despistar a las autoridades.
Los restos de Jorge Oswaldo fueron trasladados a la morgue de Portoviejo, donde después de la necropsia fueron retirados por los deudos, quienes denunciaron el crimen para dar con los responsables, ya que “Joselito”, como lo conocían cariñosamente en la comunidad, era una persona respetada y apreciada, quien no se metía con nadie. (Xanderluv)