La entrada de Santiago Castro a la televisión no solo fue cuestión de suerte, sino también de perseverancia. A sus 25 años recuerda que desde que era un niño anheló estar detrás de aquella caja mágica. “Vivía al sur de la ciudad, en un bloque multifamiliar y junto a mis vecinitos jugábamos a que era Frank Palomeque y animaba A todo dar. Los varones hacían de público y las niñas eran las modelos”.
Sin embargo, cuando quiso estudiar televisión, su padre, dueño de una empresa de camiones, se negó a pagar sus estudios. Por complacerlo entró a la Espol, pero luego “se botó” porque no era lo que quería. En las tardes Santiago le ayudaba a su mamá a atender el restaurante familiar. Gracias a una beca, que aún paga, logró entrar al ITV, donde está por graduarse.
Pero fue Jennifer Nájera, exgerenta de producción de RTS, quien le dio la oportunidad de hacer prácticas en ese canal donde luego se quedó. “Todo ocurrió muy rápido. Ahí aprendí muchísimo, pero tuve que retirarme porque no se cumplieron algunas cosas”, sostuvo Castro, quien al mes de haber abandonado RTS fue contratado por Canela TV para que formara parte del programa Detectives de famosos, donde presenta notas de farándula. No obstante, Santiago quiere en un futuro ser presentador de un programa de variedades tal como lo hacía Frank Palomeque, su ídolo de la infancia. (IL)