Al conocerse del terremoto ocurrido ayer en Costa Rica y ante el rumor que podría presentarse un tsunami, el nerviosismo se apoderó de la ciudadanía peninsular.
Varias personas acudieron a las oficinas de la capitanía del puerto de Salinas para pedir información sobre el tema y los teléfonos de la Secretaria Nacional de Gestión de Riesgos (SNGR) no paraban de sonar.
Algunos establecimientos educativos de La Libertad, Salinas y varias comunas suspendieron las clases ante el temor que ocurra algún hecho grave.
Alumnos de la unidad educativa Eugenio Espejo, que funciona en las instalaciones del fuerte militar Salinas, salieron hacía un cerro cercano al plantel.
Jorge Villalva, rector de la entidad, manifestó que la situación se dio en base a un plan de emergencia que aprendieron los estudiantes para actuar en caso de que se produzca un tsunami.
Ramiro Bucheli, capitán del puerto de Salinas; y Luis García, de la Secretaría Nacional de Gestión de Riesgos, descartaron que vayan a producirse hechos graves en el mar y pidieron calma a la ciudadanía, que por varios medios radiales se expresaban con enorme preocupación ante el acontecimiento.
Sin embargo, durante la mañana y parte de la tarde de ayer, el malecón de Salinas lució vacío. (JL)