Con lágrimas y sin poder respirar, siete niños de la escuela fiscal mixta Wimpper fueron desalojados a causa de que el fuego comenzó a invadir el centro educativo.El incendio se produjo en San Juan de Chillogallo, al sur de la capital.Luis Padilla, morador del sector, no quiso abandonar su propiedad, rehusándose a dejar sus cultivos para que estos no sean devorados por el fuego.El hombre, de 52 años, manifestó que él y toda su familia salieron la madrugada de ayer con mangueras y ramas para evitar que los alrededores se sigan consumiendo.Aseguró que hicieron un llamado al Cuerpo de Bomberos desde las 07:00, pero hasta las 10:00 “no había rastro de la institución”.Señaló que “permanecer en el lugar es peligroso”, por lo que decidió enviar a sus hijos a la casa de un pariente, localizada fuera de la zona del desastre.Padilla tiene 11 niños a su cargo y espera una solución, pues no tiene los recursos económicos para salir del pueblito y establecerse en la capital.La profesora“Estábamos en clases normales, cuando la humareda comenzó a invadir los aulas de la escuela”, dijo Ximena Cobos, maestra del centro de estudios.Contó que los bomberos trasladaron de inmediato a los niños que vivían cercanos a la escuela para evitar que se asfixien.Ximena trabaja 4 años en la institución y se siente muy preocupada, ya que el fuego bordeó los murales del establecimiento.“Si el fuego llegara a las aulas del plantel nos tocaría evacuar lo más importante, las dos computadores que más nos costó adquirir”, dijo la maestra.Miembros del COEÉdison Reyes, miembro de la Policía del sector, asegura que el siniestro empezó hace cuatro días.Él estuvo encargado de trasladar a los menores de edad a otro sitio.Explicó que hace 48 horas, el Cuerpo de Bomberos y la Policía Nacional lograron controlar la catástrofe. Sin embargo, a las 05:00 de ayer, recibieron el llamado de alerta, indicándoles que el incendio continuó.La columna de humo se esparció por el lugar, bloqueando el paso de los miembros del Comité de Operaciones Especiales (COE).Según Carlos Garzón, jefe de la Policía Metropolitana, al sitio llegaron 60 agentes de seguridad con el fin de colaborar para la sofocación del incendio.Margarita Pereira, jefa de la unidad de vigilancia de Quitumbe, indicó que el personal trabaja desde las 05:00.Agregó que el viento no permite apagar el incendio y que por esta razón la misma Policía busca la manera de desalojar a los ciudadanos, aunque algunos, por no tener a dónde ir, permanecen en la zona respirando el humo que se forma de la hoguera.Pereira indicó que el helicóptero colombiano, modelo “black hawk”, y el de las Fuerzas Armadas ecuatorianas aportaron desde el aire para sofocar el incendio.Eduardo Espín, coronel de la Policía, manifestó que el personal coopera para apagar la llamarada y brindar la seguridad adecuada a los moradores.Agregó que “los fénix han sido de gran utilidad para lograr controlar la catástrofe”.
Con lágrimas y sin poder respirar, siete niños de la escuela fiscal mixta Wimpper fueron desalojados a causa de que el fuego comenzó a invadir el centro educativo.El incendio se produjo en San Juan de Chillogallo, al sur de la capital.Luis Padilla, morador del sector, no quiso abandonar su propiedad, rehusándose a dejar sus cultivos para que estos no sean devorados por el fuego.El hombre, de 52 años, manifestó que él y toda su familia salieron la madrugada de ayer con mangueras y ramas para evitar que los alrededores se sigan consumiendo.Aseguró que hicieron un llamado al Cuerpo de Bomberos desde las 07:00, pero hasta las 10:00 “no había rastro de la institución”.Señaló que “permanecer en el lugar es peligroso”, por lo que decidió enviar a sus hijos a la casa de un pariente, localizada fuera de la zona del desastre.Padilla tiene 11 niños a su cargo y espera una solución, pues no tiene los recursos económicos para salir del pueblito y establecerse en la capital.La profesora“Estábamos en clases normales, cuando la humareda comenzó a invadir los aulas de la escuela”, dijo Ximena Cobos, maestra del centro de estudios.Contó que los bomberos trasladaron de inmediato a los niños que vivían cercanos a la escuela para evitar que se asfixien.Ximena trabaja 4 años en la institución y se siente muy preocupada, ya que el fuego bordeó los murales del establecimiento.“Si el fuego llegara a las aulas del plantel nos tocaría evacuar lo más importante, las dos computadores que más nos costó adquirir”, dijo la maestra.Miembros del COEÉdison Reyes, miembro de la Policía del sector, asegura que el siniestro empezó hace cuatro días.Él estuvo encargado de trasladar a los menores de edad a otro sitio.Explicó que hace 48 horas, el Cuerpo de Bomberos y la Policía Nacional lograron controlar la catástrofe. Sin embargo, a las 05:00 de ayer, recibieron el llamado de alerta, indicándoles que el incendio continuó.La columna de humo se esparció por el lugar, bloqueando el paso de los miembros del Comité de Operaciones Especiales (COE).Según Carlos Garzón, jefe de la Policía Metropolitana, al sitio llegaron 60 agentes de seguridad con el fin de colaborar para la sofocación del incendio.Margarita Pereira, jefa de la unidad de vigilancia de Quitumbe, indicó que el personal trabaja desde las 05:00.Agregó que el viento no permite apagar el incendio y que por esta razón la misma Policía busca la manera de desalojar a los ciudadanos, aunque algunos, por no tener a dónde ir, permanecen en la zona respirando el humo que se forma de la hoguera.Pereira indicó que el helicóptero colombiano, modelo “black hawk”, y el de las Fuerzas Armadas ecuatorianas aportaron desde el aire para sofocar el incendio.Eduardo Espín, coronel de la Policía, manifestó que el personal coopera para apagar la llamarada y brindar la seguridad adecuada a los moradores.Agregó que “los fénix han sido de gran utilidad para lograr controlar la catástrofe”.