Un monumento a la piña, ubicado en la intersección de las avenidas 17 de Septiembre y Chirijos, da la bienvenida a todos quienes ingresan a Milagro.En el parque central otra réplica gigante de esta fruta es lo primero que se observa al salir de la iglesia San Francisco de Asís, situada al frente, y que es también ícono del cantón.Comerciantes mayoristas de la Costa, Sierra y hasta del Oriente llegan todos los días hasta los diferentes mercados de la ciudad para comprar el producto más rico que produce esta tierra.San Francisco de Milagro, conocida históricamente como la “ciudad de las piñas”, situada a 45 kilómetros de Guayaquil, y que cuenta con cerca de 166 mil habitantes, cumplió ayer 99 años de vida política. Esta ciudad no solo es conocida por su producción de piñas, también por la belleza de sus mujeres.Ayer fue un día especial. Nadie quiso perderse el imponente desfile. Este cantón fue considerado a través de los años como una próspera zona agrícola, no solo por su producción y venta de piña, sino también por la caña de azúcar, cacao y flores.SABOR INIGUALABLEVíctor Hugo Vicuña, historiador y cronista vitalicio del cantón, destacó que el cultivo de piña en Milagro se realiza desde sus orígenes. “La calidad de la fruta no se compara con ninguna producida en cualquier otra parte del país. Su dulzura, jugosidad, su aroma es incomparable y apetitosa”, agregó.Hasta hace algunos años la ciudad era productora de piña en mayor volumen que ahora, pero esta decayó, según algunos agricultores, debido a la crisis económica y el “feriado bancario” (1999, por congelamiento de depósitos en el gobierno de Jamil Mahuad), tiempo en el que muchos abandonaron el cultivo de la fruta y se dedicaron a otras actividades, como la producción de flores y plantas ornamentales.La historia ha creado una identidad muy íntima entre la ciudad y la fruta. Vicuña aseguró que “decir Milagro es equivalente de piña y hermosas mujeres, y decir piña es sinónimo de San Francisco de Milagro”.Debido a que la ciudad se encuentra en una zona tropical, tiene un ambiente propicio para el cultivo, actividad que hasta hoy se hace. Una gran parte de la producción se registra en la parroquia Roberto Astudillo, de este mismo cantón. Los piñacultores de la zona realizan todos los años el concurso de la piña más grande, como una forma de mantener viva la tradición y nombre que identifica la ciudad.OBRAS PARA LA CIUDADAyer, en la sesión solemne de la Alcaldía, se anunció obras principales para Milagro en el 2013. La ciudad recibirá una línea de crédito para la construcción del nuevo centro comercial y mercado central, que asciende a 2 millones 100 mil dólares. El crédito ya fue aprobado por el Banco del Estado y su construcción empezará una vez que el dinero sea asignado.El alcalde Francisco Asan oficializó un plan habitacional, cuyo proyecto dará más de 400 soluciones habitacionales a los milagreños. Su ejecución empezará en los próximos meses. Este proyecto será desarrollado entre el Municipio y la empresa privada y estará ubicado en la avenida Mariscal Sucre, al oeste de la ciudad.
Un monumento a la piña, ubicado en la intersección de las avenidas 17 de Septiembre y Chirijos, da la bienvenida a todos quienes ingresan a Milagro.En el parque central otra réplica gigante de esta fruta es lo primero que se observa al salir de la iglesia San Francisco de Asís, situada al frente, y que es también ícono del cantón.Comerciantes mayoristas de la Costa, Sierra y hasta del Oriente llegan todos los días hasta los diferentes mercados de la ciudad para comprar el producto más rico que produce esta tierra.San Francisco de Milagro, conocida históricamente como la “ciudad de las piñas”, situada a 45 kilómetros de Guayaquil, y que cuenta con cerca de 166 mil habitantes, cumplió ayer 99 años de vida política. Esta ciudad no solo es conocida por su producción de piñas, también por la belleza de sus mujeres.Ayer fue un día especial. Nadie quiso perderse el imponente desfile. Este cantón fue considerado a través de los años como una próspera zona agrícola, no solo por su producción y venta de piña, sino también por la caña de azúcar, cacao y flores.SABOR INIGUALABLEVíctor Hugo Vicuña, historiador y cronista vitalicio del cantón, destacó que el cultivo de piña en Milagro se realiza desde sus orígenes. “La calidad de la fruta no se compara con ninguna producida en cualquier otra parte del país. Su dulzura, jugosidad, su aroma es incomparable y apetitosa”, agregó.Hasta hace algunos años la ciudad era productora de piña en mayor volumen que ahora, pero esta decayó, según algunos agricultores, debido a la crisis económica y el “feriado bancario” (1999, por congelamiento de depósitos en el gobierno de Jamil Mahuad), tiempo en el que muchos abandonaron el cultivo de la fruta y se dedicaron a otras actividades, como la producción de flores y plantas ornamentales.La historia ha creado una identidad muy íntima entre la ciudad y la fruta. Vicuña aseguró que “decir Milagro es equivalente de piña y hermosas mujeres, y decir piña es sinónimo de San Francisco de Milagro”.Debido a que la ciudad se encuentra en una zona tropical, tiene un ambiente propicio para el cultivo, actividad que hasta hoy se hace. Una gran parte de la producción se registra en la parroquia Roberto Astudillo, de este mismo cantón. Los piñacultores de la zona realizan todos los años el concurso de la piña más grande, como una forma de mantener viva la tradición y nombre que identifica la ciudad.OBRAS PARA LA CIUDADAyer, en la sesión solemne de la Alcaldía, se anunció obras principales para Milagro en el 2013. La ciudad recibirá una línea de crédito para la construcción del nuevo centro comercial y mercado central, que asciende a 2 millones 100 mil dólares. El crédito ya fue aprobado por el Banco del Estado y su construcción empezará una vez que el dinero sea asignado.El alcalde Francisco Asan oficializó un plan habitacional, cuyo proyecto dará más de 400 soluciones habitacionales a los milagreños. Su ejecución empezará en los próximos meses. Este proyecto será desarrollado entre el Municipio y la empresa privada y estará ubicado en la avenida Mariscal Sucre, al oeste de la ciudad.