Nueva York empezaba ayer a recuperar la normalidad con la reanudación del servicio de buses, la reapertura limitada de algunos aeropuertos y de Wall Street, aunque la mitad de Manhattan sigue privada de electricidad y el metro continúa suspendido.
Mientras tanto, el balance de víctimas seguía en aumento, tal como habían advertido las autoridades, y se situaba en 24 muertos en los cinco distritos de la ciudad, indicó la Policía neoyorquina.
La mayoría de las víctimas murieron por la caída de árboles arrancados por los violentos vientos que sacudieron a la ciudad el lunes por la noche. Otras personas fueron halladas ahogadas en barrios inundados de la ciudad.
Dos días después del devastador paso de la mega tormenta Sandy por la costa este de Estados Unidos, los aeropuertos internacionales John F. Kennedy y Newark Liberty, que sirven a Nueva York, también reabrieron.
Más crítico aún para la ciudad, el metro de Nueva York también sigue paralizado: kilómetros de vías subterráneas continúan inundadas, lo que impide la reanudación de una de las redes más antiguas del mundo, de 108 años, y que utilizan a diario unos 5,3 millones de pasajeros.
Toneladas de agua salada se infiltraron cuando el nivel del mar subió abruptamente debido a la llegada del huracán, por lo que quedaron sumergidos numerosos andenes y vías, donde permanecen aún escombros.
Un alivio para los neoyorquinos fue la reanudación del servicio de autobuses.
Largas colas de gente se formaban en las paradas en las grandes avenidas en el sur de Manhattan, donde unos 200.000 hogares seguían sin electricidad y que pasó su segunda noche a oscuras.
Algunas tiendas se encontraban abiertas en esa parte de la ciudad, muchas de ellas iluminadas con velas, aunque cientos de comercios y restaurantes permanecían cerrados.
Las escuelas siguen cerradas, al igual que los túneles ruteros, con excepción del Lincoln, que comunica Nueva York con Nueva Jersey (este).
Barcos en las calles
El noreste de Estados Unidos enfrentó inundaciones y cortes extendidos de energía después de que la tormenta Sandy azotó la costa con un fuerte oleaje, vientos poderosos y lluvias torrenciales que dejaron al menos 45 muertos y causaron miles de millones de dólares en pérdidas.
Una empresa de modelos de desastre dijo que Sandy pudo haber causado hasta 15.000 millones de dólares en pérdidas no aseguradas.
Con la campaña política y el partidismo en pausa, el presidente demócrata Barack Obama y el gobernador republicano de Nueva Jersey, Chris Christie, planeaban visitar ayer las áreas de desastre en Nueva Jersey.
“Es una devastación total allí. Hay barcos en las calles a cinco cuadras del océano”, dijo Peter Sandomeno, un propietario del Court Motel Broadway en Point Pleasant Beach, Nueva Jersey.