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María Olivia, una ecuatoriana afincada en España, enferma de asma y de artrosis y responsable de sacar adelante a sus dos hijos y a su yerno, evitó quedarse en la calle al paralizar ayer la ejecución del desahucio de su casa ordenado por una entidad bancaria.
Estaba previsto que la mujer y su familia, residentes en Parla, localidad cercana a Madrid, fueran ayer desalojados de la que ha sido su casa desde hace ocho años.
María Olivia relató los días de tensión vividos junto a sus dos hijos, de 21 y 22 años, mientras se preguntaba por qué Bankia, una entidad quebrada que fue rescatada y nacionalizada por el gobierno español, se queda con su casa “para dejarla vacía” mientras ella no tiene adónde ir.
“Compramos la casa en 2003 cuando mi marido y yo trabajábamos, pero cuando lo despidieron, en 2010, dejamos de pagar. Mis hijos no encuentran trabajo y tengo un empleo esporádico que se me acaba en enero”, relató María Olivia.
El padre se marchó a la ciudad de Valencia a buscar trabajo sin éxito por lo que la situación de la familia es “desesperada”.
“He estado pagando durante años 750 euros (unos 952 dólares) al mes de hipoteca, pero los últimos recibos eran de más de mil euros”, manifestó María Olivia.
María Olivia está satisfecha por el acuerdo entre el gobierno español y los bancos para paralizar los desahucios en casos de familias más desfavorecidas, pero opina que la medida llega “muy tarde”.
“Esta ley servirá solo para las personas en extrema exclusión social, y no sé en qué posición de la sociedad estaré”, señaló.
El Ejecutivo español decretará, previsiblemente esta semana, una normativa para que los desahucios no se ejecuten en determinados casos, como cuando los residentes sean familias con ancianos a su cargo o tengan a todos sus miembros desempleados.
La situación económica convirtió los desahucios en algo habitual en España, donde desde 2007 se han ejecutado cerca de 400.000 desalojos hipotecarios. La crisis afecta a los ecuatorianos, de los que más del 70% planea volver a su país, según la Secretaría Nacional del Migrante (Senami).