Al menos seis personas murieron en el occidente de México y otras dos resultaron heridas por los disparos registrados durante y después de una boda en el pequeño municipio de Salvador Escalante
Informes de los medios locales indican que en el tiroteo están presuntamente involucrados los hijos del jefe de la policía municipal. Además, según fuentes oficiales, tres de las víctimas fueron rematadas cuando eran transportadas a un hospital.
El secretario de gobierno del estado, Jesús Reyna, declaró a los periodistas que no hay indicios de que se trate de una acción del crimen organizado, sino de un suceso que se produjo “posiblemente al calor del vino o de la fiesta”.
Según los medios locales, los disparos se produjeron poco después de la última medianoche cuando dos hombres armados irrumpieron en la boda, acribillaron a balazos a uno de los asistentes y comenzaron a disparar contra otros invitados que se encontraban allí.
Dos personas que habían resultado heridas, según Reyna, fueron rematadas en las cercanías del lugar de los hechos cuando eran trasladadas en una ambulancia, e igual suerte corrió otro lesionado que era transportado en un vehículo particular.
Según la edición digital de La Voz de Michoacán, agentes de la Policía Federal detuvieron la madrugada de ayer a los hijos del director de Seguridad Pública de Salvador Escalante, cuyo nombre no fue dado a conocer, por su presunta vinculación con estos asesinatos.
Esa detención se produjo después de que las autoridades locales se pusieran en contacto con la Policía Federal porque un grupo de comuneros se presentó en el domicilio del mando de la policía municipal para detener a sus hijos.