En la casa de su hermana Alicia, en la comuna de El Cisne, velaron los restos del compatriota Luis Antonio Guamán Asistimbay, quien falleció en Nueva York tras una caída.
Su cuerpo fue repatriado con el apoyo económico de familiares y amigos en Long Island, y hoy luego del mediodía serán los funerales, en el cementerio de Javier Loyola, parroquia rural de Azogues en la provincia del Cañar.
Junto al féretro, al lado izquierdo colocaron unas cincuenta fotografías sobre las facetas de los 24 años de vida de Luis. En una está como danzante del grupo Sumag Llacta, que él formó; en otras se lo ve departiendo junto a sus amigos y parientes.
Al lado derecho colocaron unos cien mensajes y dibujos realizados por niños, hijos de los amigos que hizo en Nueva York, en los que expresaban el cariño que le tuvieron.
“Luis se ha ido para siempre, me deja un dolor profundo en el corazón, debo ahora solo recordar con cariño la alegría que me daba cuando todos los días me llamaba para decirme que estaba bien y que me extrañaba”, relató Marta Asistimbay, su madre.
Guamán Asistimbay falleció al caer desde la cubierta de una vivienda que reparaba tras los daños del huracán Sandy.
En San Miguel de Porotos
A cuatro kilómetros de El Cisne, en la comunidad de Negro Muerto, localidad de San Miguel de Porotos en la misma provincia del Cañar, otra familia llora por su pariente que murió fuera de su tierra.
Son los parientes de Rosa Elena Sigüencia, de 48 años, quien falleció el 21 de octubre en la localidad de Murcia (España), donde vivía con su esposo Abel Urgilés y tres hijos menores. Su muerte se debió a un paro cardiorrespiratorio.
Los allegados se resisten a conversar sobre el hecho, pero mantienen la esperanza de que el cuerpo sea repatriado para sepultarlo en su tierra natal.
La Secretaría Nacional del Migrante, mediante boletín, señaló que gestiona la repatriación de los restos. “Se prevé que el cuerpo de la compatriota llegue a Ecuador en los próximos días”, dice el comunicado.
Los procesos pueden tardar un promedio de 10 días, sin embargo en algunos casos puede extenderse el tiempo, debido a las circunstancias en las que fallecen los coterráneos, explica el documento.
Espera en Malal
En Malal, a una hora del cantón Cañar, tres familias se desesperan por conocer cuándo se repatriarán los cuerpos de María Inés Muñoz Alvacora (24) y Luis Ariosto Calle Inga (22), ahogados el 4 de noviembre en el río Bravo de México.
Por otro lado, la familia Flores-Jima aguarda conocer la suerte de Aidé, quien fue salvada por un pescador.
“Nos dicen en la Senami que en los próximos días traerán los cuerpos, pero no nos dicen cuándo. Eso duele más que la pérdida misma de mi marido”, declaró Teresa Flores, esposa de Luis Ariosto y quien queda con un menor de tres años y otro por nacer.
El padre del compatriota, Eduardo, está por concluir la construcción de la bóveda donde será sepultado Luis Ariosto, en el panteón de Malal.