Un nuevo caso de secuestro exprés se registró la noche del pasado viernes en Guayaquil cuando un conductor fue intimidado por dos antisociales que se lo llevaron hasta que minutos más tarde fue rescatado en medio de un volcamiento.
El conductor, de 60 años aproximadamente, y cuya identidad se mantiene en reserva, acudió hasta la ciudadela Alborada, norte de la urbe, alrededor de las 21:00. Pidió prestado el auto Chevrolet Aveo gris, de placa GSF-6079, a una vecina del sector para trasladar a un familiar hacia otro sitio.
“Cuando retornaba a su hogar fue abordado de manera imprevista por dos desconocidos (en el mismo sector de la Alborada), ambos tipos armados inmediatamente proceden a someterlo bajo amenazas”, expresó el policía Antonio Morocho.
Los tipos ataron las manos del conductor y lo trasladaron hasta los asientos traseros, donde fue amenazado e insultado para someterlo y evitar cualquier reacción de su parte.
Creyendo que todo les resultaría fácil tomaron dirección hacia la vía Perimetral. Cruzaron el distribuidor de la Nueva Prosperina, pero más adelante, el “trabajito” se les fue de las manos.
El intento por tomar una curva cerrada a exceso de velocidad les jugó en contra a los pillos y justo cuando se disponían a circular por la oreja vial que los lleva hacia la Perimetral, el vehículo se desvió de la pista principal y cayó por una quebrada hasta una profundidad de 5 metros hacia abajo.
El Aveo terminó aplastado y con su estructura destrozada, pero, increíblemente, los responsables del hecho salieron sin mayores problemas y escaparon al instante. Nada les importó dejar al secuestrado en la parte trasera con varios golpes en su cuerpo y luchando por salir del sitio.
“Cuando hacíamos nuestra ronda de rutina nos percatamos del vehículo accidentado, al acercarnos nos dimos cuenta que en su interior estaba el señor maniatado pidiendo ayuda para salir”, recordó Morocho.
Familiares del conductor acudieron enseguida al sitio del percance y el temor fue latente entre ellos. “Preocupada, pero también alegre que nada le ocurrió”, fueron las únicas palabras que expresó la esposa del conductor.
Varios minutos tomó a los agentes poder retirar el vehículo desde el enorme hueco donde cayó. La víctima tuvo el respaldo de los agentes, quienes la trasladaron a un hospital para someterla a los exámenes pertinentes que determinen si hubo lesiones graves tras los golpes que recibió.