Al pie de la playa de Anconcito, Elsi Pilay, una anciana de 60 años, llora desconsoladamente por su hijo Walter Eugenio Tumbaco Pilay, de 45, y su nieto Junior Tumbaco Villa, de 24, quienes desde el pasado jueves se encuentran desaparecidos en la inmensidad del mar.
Walter Tumbaco, a quienes todos lo conocen como “Guacarito”, es propietario y capitán de la lancha “Niña Sugeidy”, embarcación que ese día sufrió un daño a 18 millas antes de llegar al puerto cuando venía cargada de pescado.
Ayudado por sus compañeros artesanos, Tumbaco arribó a tierra firme para contratar una lancha e ir a remolcar la suya. Como todos los pescadores se colaboran entre sí, de inmediato consiguió que un allegado le facilite una fibra para ir a traer su nave.
DESAPARECIDOS
En la travesía lo acompañó su hijo mayor, Junior, pues pretendían regresar de inmediato para que no se dañe la pesca, pero lamentablemente padre e hijo no llegaron a su destino.
Las horas pasaban y como los pescadores no retornaban sus familiares comenzaron a preocuparse. Llamaban al celular de Junior, pero el equipo móvil solo timbraba y su dueño no contestaba.
Se hizo de noche y los Tumbaco Villa, moradores del barrio Gonzalo Chávez, de Anconcito, al no tener ningún indicio de qué había pasado con sus parientes acudieron a la Capitanía de Salinas para reportar la desaparición.
ENCUENTRAN FIBRA
Al día siguiente, diez lanchas de propiedad de los pescadores de Anconcito emprendieron la búsqueda y cerca del puerto de Engunga fueron alertados que un barco de una empresa pesquera de Chanduy había encontrado la lancha donde Walter Tumbaco y su hijo Junior habían salido la mañana del jueves.
Todas las pertenencias de los pescadores estaban allí, el motor fuera de borda, el GPS e inclusive el celular de Junior que se había quedado sin batería. Otro grupo de pescadores llegó a la fibra que estaba dañada y tampoco estaban ellos.
SIN PISTAS
La única novedad era que la palanca del motor estaba quebrada, por eso pescadores experimentados deducen que con la velocidad que llevaba al romperse este implemento perdieron el control de la lancha que supuestamente giró como trompo en el agua y los tripulantes habrían salido esparcidos al mar. No encuentran otra lógica en este hecho que ha conmocionado a los habitantes de este puerto peninsular.
“Es muy extraño lo que ha pasado con los compañeros pescadores, pues sus cosas están allí, si los piratas los hubieran atacado se hubiesen llevado todo, quizás al caer al agua se golpearon con la propia fibra, porque ellos sí sabían nadar”, narró Jorge Chiquito, un pescador del lugar.
Piden ayuda
Dolores Betancourt, vecina de los desaparecidos, pidió a las autoridades navales colaboren con la búsqueda de los pescadores “estamos desesperados, pedimos que la Armada salga en algún helicóptero a buscarlos, se quiere encontrarlos, estén vivos o muertos”, señaló desesperada la mujer.