Barbosa, un magistrado de origen humilde e infancia difícil, asumió este jueves un mandato de dos años como presidente del Supremo Tribunal Federal, máxima corte del país, y simultáneamente del Consejo Nacional de Justicia, órgano responsable de la gestión, regulación y fiscalización de todo el Poder Judicial en Brasil.El magistrado, que alcanzó notoriedad en los últimos meses por su función como instructor en el proceso que condenó por corrupción a importantes aliados del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, asumió la presidencia del Supremo en una ceremonia llena de simbolismo para un país en el que los pobres son mayoritariamente negros."En una sociedad como la nuestra, con una gran presencia de negros, es algo que habla muy bien del país, de nuestra democracia, que, por primera vez, un negro llegue a la presidencia del Supremo", manifestó el procurador general de la República, Roberto Gurgel.El procurador dijo estar "seguro de que el magistrado Joaquim Barbosa dará una magnífica contribución a la construcción de nuestro sistema de Justicia" y agregó que es un momento para celebrar.Barbosa, de 58 años y magistrado de la corte desde 2003, no es el primer negro en llegar al Supremo, ya que por el tribunal pasaron antes dos afrodescendientes, Pedro Lessa entre 1907 y 1921 y Hermenegildo De Barros entre 1919 y 1937, pero sí es el primero en asumir la presidencia del Poder Judicial.El propio Barbosa destacó el momento histórico al invitar a destacadas personalidades negras del país al acto de hoy, en el que también participaron la jefa del Estado, Dilma Rousseff, el presidente del Congreso, senador y expresidente José Sarney, varios ministros y líderes políticos y parlamentarios.
Barbosa, un magistrado de origen humilde e infancia difícil, asumió este jueves un mandato de dos años como presidente del Supremo Tribunal Federal, máxima corte del país, y simultáneamente del Consejo Nacional de Justicia, órgano responsable de la gestión, regulación y fiscalización de todo el Poder Judicial en Brasil.El magistrado, que alcanzó notoriedad en los últimos meses por su función como instructor en el proceso que condenó por corrupción a importantes aliados del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, asumió la presidencia del Supremo en una ceremonia llena de simbolismo para un país en el que los pobres son mayoritariamente negros."En una sociedad como la nuestra, con una gran presencia de negros, es algo que habla muy bien del país, de nuestra democracia, que, por primera vez, un negro llegue a la presidencia del Supremo", manifestó el procurador general de la República, Roberto Gurgel.El procurador dijo estar "seguro de que el magistrado Joaquim Barbosa dará una magnífica contribución a la construcción de nuestro sistema de Justicia" y agregó que es un momento para celebrar.Barbosa, de 58 años y magistrado de la corte desde 2003, no es el primer negro en llegar al Supremo, ya que por el tribunal pasaron antes dos afrodescendientes, Pedro Lessa entre 1907 y 1921 y Hermenegildo De Barros entre 1919 y 1937, pero sí es el primero en asumir la presidencia del Poder Judicial.El propio Barbosa destacó el momento histórico al invitar a destacadas personalidades negras del país al acto de hoy, en el que también participaron la jefa del Estado, Dilma Rousseff, el presidente del Congreso, senador y expresidente José Sarney, varios ministros y líderes políticos y parlamentarios.