Nilia Suárez y su nieta Shirley Vega temblaban de los nervios al recordar la fatídica muerte de dos personas. Las dos se ahogaban en llanto porque milagrosamente se libraron de morir o quedar gravemente heridas.“Mi abuelita y yo nos salvamos de morir”, decía Shirley, quien al momento del accidente estaba detrás del puesto de venta de periódicos y golosinas, mientras que su abuelita, de espaldas, arreglaba el negocio para empezar el día.“Sentí que pasó como un viento fuerte por mi espalda y me espanté, cuando regresé a ver me aterroricé, dos personas estaban muertas y otras heridas a pocos metros de mí”, manifestó Nilia Suárez, humilde madre de familia, quien dueña del puesto de venta.Pasadas las seis de la mañana, Nilia y su nieta llegaron a recibir los distintos diarios para la venta y “comenzar a trabajar, porque los fines de semana, entre sábado y domingo, muchas personas llegan a la parada de buses interparroquiales para trasladarse al Valle de los Chillos.Antes de la siete de la mañana de ayer, las vías que llegan a El Trébol estaban casi vacías y pocos buses y autos pequeños transitaban en distintas direcciones, unos dirigiéndose a La Marín, otros hacia el norte por la avenida Oriental y otros ingresando a la autopista General Rumiñahui, hacia el centro oriente de Quito.En la parada de buses varias personas, entre hombres y mujeres de distintas edades, esperaban sus respectivos buses.ESPELUZNANTE ATROPELLOAproximadamente a las 07:30, por la vía que conduce al Trébol, apareció un vehículo que iba a más de 90 kilómetros por hora y debido al exceso de velocidad perdió pista, se salió de la vía y arrasó con un grupo de personas que estaba en la parada. Luego se impactó violentamente contra los tubos de hierro de la parada.Según un testigo, la persona que conducía el automotor, un Gran Vitara color plomo, era un hombre. Atropelló a varias personas, dos de ellas murieron en el acto, mientras que otras dos quedaron heridas.“Volaron por los aires el ancianito y la mujer”, comentó Alonso Romero, un ciudadano que cruzaba una de las calles para dirigirse temprano a sus obligaciones del día.El vehículo quedó destruido en sus partes delantera y lateral derecha. Sin embargo, el chofer siguió conduciendo a toda velocidad para escapar del lugar tomando la autopista General Rumiñahui.En la desesperada fuga, el automotor arrolló otra vez a la mujer, de unos 45 años, pasando una de las llantas por la mitad del cuerpo.El infortunado hombre de la tercera edad fue lanzado a la parte de atrás de la parada de buses.Los dos heridos, uno de ellos de gravedad, fueron llevados de inmediato al hospital Eugenio Espejo, siendo ingresados al área de emergencias.Los cadáveres llegaron en la ambulancia de Medicina Legal a la morgue, donde hasta el mediodía de ayer permanecían sin ser reconocidos por los familiares.Miembros de la Unidad de Investigaciones de Tránsito (UIAT) realizaban la inspección en el lugar del accidente, recabando información de testigos y recopilando evidencias. Mientras esto ocurría, se supo que en la autopista General Rumiñahui, cerca del puente seis, localizaron el vehículo y que el conductor estaba detenido.CHOQUE CONTRA UN POSTEVarios uniformados del servicio de tránsito se dirigieron al lugar.En el puente seis confirmaron que el automotor Chevrolet Suzuki, color plomo, placas PWY-648, se había accidentado y que una mujer que supuestamente manejaba fue embarcada en un patrullero y llevada a una dependencia policial para investigaciones.Varios moradores del lugar comentaron que pasadas las ocho de la mañana escucharon el frenazo de los neumáticos. Cuando salieron de sus viviendas se dieron cuenta de que un vehículo se había chocado contra un poste de alumbrado público del costado izquierdo de uno de los carriles, en sentido occidente- oriente.Al lugar también llegaron varios testigos del primer accidente en El Trébol, quienes identificaron al vehículo causante del otro choque.En la calle quedaron varias prendas de las víctimas, como zapatos y una dentadura postiza.Un costal de mangos que llevaba una de las personas fallecidas quedó esparcido en la calle.El automotor estaba destruido en sus partes frontal y lateral derecho al impactarse contra los tubos de la parada, por lo que no había duda de que el chofer del Chevrolet Suzuki fue el causante de la desgracia.Miembros de socorro llegaron al lugar y la auxiliaron.Al parecer, el exceso de velocidad por escapar hizo que en la autopista la mujer pierda el control del volante y sufra un nuevo accidente al salirse de la carretera.El automotor fue llevado a los patios de la agencia de Tránsito.Los agentes manifestaron que en la dependencia policial la mujer será sometida a los análisis de alcoholemia, para saber si estaba en estado etílico. (HA)JOVEN FALLECE EN HOSPITALAntes del mediodía de ayer, los padres y demás familiares de Denis Orozco recibieron la terrible noticia de que el muchacho había fallecido.La víctima no resistió las graves lesiones en distintas partes de su cuerpo, especialmente internas, lo que finalmente produjo su muerte.Efraín Orozco, llorando desconsoladamente, manifestó que su hijo tenía 20 años y que estudiaba en el colegio Montúfar.La mañana de ayer, como todos los fines de semana, Denis acompañaba a su padre a trabajar en instalaciones eléctricas en una vivienda, ubicada en el puente dos de la autopista General Rumiñahui.A don Efraín le resultó extraño que su hijo no llegara al trabajo, porque ya eran las nueve.Denis y sus padres vivían por el sector de Monjas, desde donde los domingos salía muy temprano para ayudar a su padre, quien la mañana de ayer se adelantó a trabajar.El fuerte impacto que recibió en el cuerpo complicó su estado de salud.En medio del dolor de la familia, Denis fue llevado a la morgue para las diligencias de ley. Otra de las víctimas fue identificada como María Serrano Aguirre, quien se recupera en el hospital Eugenio Espejo.El doctor Alberto Muñoz, del área de emergencia, manifestó que la paciente, de unos 45 años, estaba estable.
Nilia Suárez y su nieta Shirley Vega temblaban de los nervios al recordar la fatídica muerte de dos personas. Las dos se ahogaban en llanto porque milagrosamente se libraron de morir o quedar gravemente heridas.“Mi abuelita y yo nos salvamos de morir”, decía Shirley, quien al momento del accidente estaba detrás del puesto de venta de periódicos y golosinas, mientras que su abuelita, de espaldas, arreglaba el negocio para empezar el día.“Sentí que pasó como un viento fuerte por mi espalda y me espanté, cuando regresé a ver me aterroricé, dos personas estaban muertas y otras heridas a pocos metros de mí”, manifestó Nilia Suárez, humilde madre de familia, quien dueña del puesto de venta.Pasadas las seis de la mañana, Nilia y su nieta llegaron a recibir los distintos diarios para la venta y “comenzar a trabajar, porque los fines de semana, entre sábado y domingo, muchas personas llegan a la parada de buses interparroquiales para trasladarse al Valle de los Chillos.Antes de la siete de la mañana de ayer, las vías que llegan a El Trébol estaban casi vacías y pocos buses y autos pequeños transitaban en distintas direcciones, unos dirigiéndose a La Marín, otros hacia el norte por la avenida Oriental y otros ingresando a la autopista General Rumiñahui, hacia el centro oriente de Quito.En la parada de buses varias personas, entre hombres y mujeres de distintas edades, esperaban sus respectivos buses.ESPELUZNANTE ATROPELLOAproximadamente a las 07:30, por la vía que conduce al Trébol, apareció un vehículo que iba a más de 90 kilómetros por hora y debido al exceso de velocidad perdió pista, se salió de la vía y arrasó con un grupo de personas que estaba en la parada. Luego se impactó violentamente contra los tubos de hierro de la parada.Según un testigo, la persona que conducía el automotor, un Gran Vitara color plomo, era un hombre. Atropelló a varias personas, dos de ellas murieron en el acto, mientras que otras dos quedaron heridas.“Volaron por los aires el ancianito y la mujer”, comentó Alonso Romero, un ciudadano que cruzaba una de las calles para dirigirse temprano a sus obligaciones del día.El vehículo quedó destruido en sus partes delantera y lateral derecha. Sin embargo, el chofer siguió conduciendo a toda velocidad para escapar del lugar tomando la autopista General Rumiñahui.En la desesperada fuga, el automotor arrolló otra vez a la mujer, de unos 45 años, pasando una de las llantas por la mitad del cuerpo.El infortunado hombre de la tercera edad fue lanzado a la parte de atrás de la parada de buses.Los dos heridos, uno de ellos de gravedad, fueron llevados de inmediato al hospital Eugenio Espejo, siendo ingresados al área de emergencias.Los cadáveres llegaron en la ambulancia de Medicina Legal a la morgue, donde hasta el mediodía de ayer permanecían sin ser reconocidos por los familiares.Miembros de la Unidad de Investigaciones de Tránsito (UIAT) realizaban la inspección en el lugar del accidente, recabando información de testigos y recopilando evidencias. Mientras esto ocurría, se supo que en la autopista General Rumiñahui, cerca del puente seis, localizaron el vehículo y que el conductor estaba detenido.CHOQUE CONTRA UN POSTEVarios uniformados del servicio de tránsito se dirigieron al lugar.En el puente seis confirmaron que el automotor Chevrolet Suzuki, color plomo, placas PWY-648, se había accidentado y que una mujer que supuestamente manejaba fue embarcada en un patrullero y llevada a una dependencia policial para investigaciones.Varios moradores del lugar comentaron que pasadas las ocho de la mañana escucharon el frenazo de los neumáticos. Cuando salieron de sus viviendas se dieron cuenta de que un vehículo se había chocado contra un poste de alumbrado público del costado izquierdo de uno de los carriles, en sentido occidente- oriente.Al lugar también llegaron varios testigos del primer accidente en El Trébol, quienes identificaron al vehículo causante del otro choque.En la calle quedaron varias prendas de las víctimas, como zapatos y una dentadura postiza.Un costal de mangos que llevaba una de las personas fallecidas quedó esparcido en la calle.El automotor estaba destruido en sus partes frontal y lateral derecho al impactarse contra los tubos de la parada, por lo que no había duda de que el chofer del Chevrolet Suzuki fue el causante de la desgracia.Miembros de socorro llegaron al lugar y la auxiliaron.Al parecer, el exceso de velocidad por escapar hizo que en la autopista la mujer pierda el control del volante y sufra un nuevo accidente al salirse de la carretera.El automotor fue llevado a los patios de la agencia de Tránsito.Los agentes manifestaron que en la dependencia policial la mujer será sometida a los análisis de alcoholemia, para saber si estaba en estado etílico. (HA)JOVEN FALLECE EN HOSPITALAntes del mediodía de ayer, los padres y demás familiares de Denis Orozco recibieron la terrible noticia de que el muchacho había fallecido.La víctima no resistió las graves lesiones en distintas partes de su cuerpo, especialmente internas, lo que finalmente produjo su muerte.Efraín Orozco, llorando desconsoladamente, manifestó que su hijo tenía 20 años y que estudiaba en el colegio Montúfar.La mañana de ayer, como todos los fines de semana, Denis acompañaba a su padre a trabajar en instalaciones eléctricas en una vivienda, ubicada en el puente dos de la autopista General Rumiñahui.A don Efraín le resultó extraño que su hijo no llegara al trabajo, porque ya eran las nueve.Denis y sus padres vivían por el sector de Monjas, desde donde los domingos salía muy temprano para ayudar a su padre, quien la mañana de ayer se adelantó a trabajar.El fuerte impacto que recibió en el cuerpo complicó su estado de salud.En medio del dolor de la familia, Denis fue llevado a la morgue para las diligencias de ley. Otra de las víctimas fue identificada como María Serrano Aguirre, quien se recupera en el hospital Eugenio Espejo.El doctor Alberto Muñoz, del área de emergencia, manifestó que la paciente, de unos 45 años, estaba estable.