Un empate con sabor a victoria fue lo que consiguió Aucas tras igualar sin goles ante Pilahuín Tío, que le permitió conseguir el ascenso a la Primera B del fútbol ecuatoriano.Doce en punto y el partido comenzó. Las 18.000 personas que llegaron al estadio del sur para apoyar al equipo oriental en la final de la Segunda Categoría ante el Pilahuín Tío, reventaron en alegría y con un fuerte grito de: “dale Aucas”, el sufrimiento por ver al equipo de sus amores empezó.Los primeros minutos, el “Papá Aucas” dominó el encuentro, por momentos con algo de imprecisión por los nervios, ya que los pases eran errados y esto causaba malestar en los aficionados.Esos errores eran aprovechados de manera esporádica por el cuadro del Pilahuín, que con la velocidad de Lenín de Jesús en la delantera y la picardía de Mario Lastara ponían los pelos de punta.Inclusive a los diez minutos un error en la defensa oriental por despejar un balón fue aprovechado por De Jesús, quien mandó su remate fuera del arco defendido por Carlos Espinoza.Con el pasar de los minutos, el Aucas empezó a encarar con mayor profundidad. Las jugadas generadas en el costado izquierdo por César Villacís fueron una constante, ya que los centros y jugadas por alto complicaban al portero del plantel imbabureño.MUCHO NERVIOLos nervios ya se hacían presentes en los graderíos.Los hinchas ubicados en la general sur gritaban de todo a los jugadores del Pilahuín en especial al ex Aucas, Mario Lastra.Corría el minuto 28 y el casi gol hizo su aparición en la caldera del Sur. Wellintong Sánchez ejecutó un tiro de esquina y en el aire se elevó el goleador Juan Villacrés quien con golpe de cabeza impactó su remate en el vertical.Nadie podía creer que la jugada termine de esa manera. Villacrés se tomó la cabeza y mirando al cielo se preguntaba ¿Porqué?, mientras que los seguidores orientales aplaudían la acción.SEGUNDO CHANCEEl partido empezó a tornarse más fuerte. Las patadas y jugadas muy desleales hicieron su parición Gustavo Figueroa fue amonestado con cartón amarillo, Mario Lastra casi le rompe la pierna al volante oriental Cristian Balseca.Cuando el encuentro llegaba a su fin en la primera parte, Villacrés tuvo otra oportunidad para marcar, cuando encaró solo frente a la portería rival y cuando se aprestaba a rematar, el golero Salas contuvo su remate, en el rebote Figueroa se demoró en rematar de primera intención y cuando lo hizo con marca su disparó terminó fura de la cancha.En la etapa complementaria las cosas cambiaron. Ahora el que tomó la iniciativa fue el Pilahuín quien aprovechó las fallas en el sector defensivo del elenco de Julio Asad.Esas acciones generaron malestar en el asistente técnico Leandro Asad, quien reclamaba constantemente al defensa Santiago Malitasig y de manera secundaria a César Villacis.Ya se jugaban 13 minutos del segundo tiempo y la desesperación en los hinchas orientales empezó hacer su trabajo. Pedían a gritos que entre Jaime Iván Kaviedes, pero Asad aguardó la variante.Aucas de manera apresurado y jugando a lo loco, llegaba sobre el arco del Pilahuín, minetras que los imbabureños lo hacían con jugadas claras.ENTRÓ KAVIEDESA los 19 minutos, el estadio reventó de alegría. La afición amarilla coreó el nombre del “Nine” a todo pulmón, mientras que los del Pilahuín lo insultaban. En el primer balón que topó Kaviedes causó peligro ya que habilitó a Villacís y este dejó en el piso al portero Salas. Sin arquero levantó un centro para Sánchez quien se resbaló al momento de definir.El “Flaco” no brilló mucho, pero ccada balón que tocaba los hinchas se alocaban esperando el tan ansiado gol que les de la victoria y el ascenso a la serie A.Ya en los minutos finales, los nervios estaban de punta. En la banca de suplentes el DT Julio Asad ya no miraba el partido y solo se limitaba a esperar el final del encuentro. El silbato sonó y la caldera del sur ardió en llamas, pero llamas de alegría.Los jugadores lloraron, Asad se desplomó y de rodillas derramó lágrimas mientras sus dirigidos le abrazaban.En la cancha la fiesta fue total Figueroa, Villacís, Méndez y todos los jugadores agradecieron a la hinchada las cual los apoyo durante toda esta temporada y que luego de tres años vuelven a la primera categoría.
Un empate con sabor a victoria fue lo que consiguió Aucas tras igualar sin goles ante Pilahuín Tío, que le permitió conseguir el ascenso a la Primera B del fútbol ecuatoriano.Doce en punto y el partido comenzó. Las 18.000 personas que llegaron al estadio del sur para apoyar al equipo oriental en la final de la Segunda Categoría ante el Pilahuín Tío, reventaron en alegría y con un fuerte grito de: “dale Aucas”, el sufrimiento por ver al equipo de sus amores empezó.Los primeros minutos, el “Papá Aucas” dominó el encuentro, por momentos con algo de imprecisión por los nervios, ya que los pases eran errados y esto causaba malestar en los aficionados.Esos errores eran aprovechados de manera esporádica por el cuadro del Pilahuín, que con la velocidad de Lenín de Jesús en la delantera y la picardía de Mario Lastara ponían los pelos de punta.Inclusive a los diez minutos un error en la defensa oriental por despejar un balón fue aprovechado por De Jesús, quien mandó su remate fuera del arco defendido por Carlos Espinoza.Con el pasar de los minutos, el Aucas empezó a encarar con mayor profundidad. Las jugadas generadas en el costado izquierdo por César Villacís fueron una constante, ya que los centros y jugadas por alto complicaban al portero del plantel imbabureño.MUCHO NERVIOLos nervios ya se hacían presentes en los graderíos.Los hinchas ubicados en la general sur gritaban de todo a los jugadores del Pilahuín en especial al ex Aucas, Mario Lastra.Corría el minuto 28 y el casi gol hizo su aparición en la caldera del Sur. Wellintong Sánchez ejecutó un tiro de esquina y en el aire se elevó el goleador Juan Villacrés quien con golpe de cabeza impactó su remate en el vertical.Nadie podía creer que la jugada termine de esa manera. Villacrés se tomó la cabeza y mirando al cielo se preguntaba ¿Porqué?, mientras que los seguidores orientales aplaudían la acción.SEGUNDO CHANCEEl partido empezó a tornarse más fuerte. Las patadas y jugadas muy desleales hicieron su parición Gustavo Figueroa fue amonestado con cartón amarillo, Mario Lastra casi le rompe la pierna al volante oriental Cristian Balseca.Cuando el encuentro llegaba a su fin en la primera parte, Villacrés tuvo otra oportunidad para marcar, cuando encaró solo frente a la portería rival y cuando se aprestaba a rematar, el golero Salas contuvo su remate, en el rebote Figueroa se demoró en rematar de primera intención y cuando lo hizo con marca su disparó terminó fura de la cancha.En la etapa complementaria las cosas cambiaron. Ahora el que tomó la iniciativa fue el Pilahuín quien aprovechó las fallas en el sector defensivo del elenco de Julio Asad.Esas acciones generaron malestar en el asistente técnico Leandro Asad, quien reclamaba constantemente al defensa Santiago Malitasig y de manera secundaria a César Villacis.Ya se jugaban 13 minutos del segundo tiempo y la desesperación en los hinchas orientales empezó hacer su trabajo. Pedían a gritos que entre Jaime Iván Kaviedes, pero Asad aguardó la variante.Aucas de manera apresurado y jugando a lo loco, llegaba sobre el arco del Pilahuín, minetras que los imbabureños lo hacían con jugadas claras.ENTRÓ KAVIEDESA los 19 minutos, el estadio reventó de alegría. La afición amarilla coreó el nombre del “Nine” a todo pulmón, mientras que los del Pilahuín lo insultaban. En el primer balón que topó Kaviedes causó peligro ya que habilitó a Villacís y este dejó en el piso al portero Salas. Sin arquero levantó un centro para Sánchez quien se resbaló al momento de definir.El “Flaco” no brilló mucho, pero ccada balón que tocaba los hinchas se alocaban esperando el tan ansiado gol que les de la victoria y el ascenso a la serie A.Ya en los minutos finales, los nervios estaban de punta. En la banca de suplentes el DT Julio Asad ya no miraba el partido y solo se limitaba a esperar el final del encuentro. El silbato sonó y la caldera del sur ardió en llamas, pero llamas de alegría.Los jugadores lloraron, Asad se desplomó y de rodillas derramó lágrimas mientras sus dirigidos le abrazaban.En la cancha la fiesta fue total Figueroa, Villacís, Méndez y todos los jugadores agradecieron a la hinchada las cual los apoyo durante toda esta temporada y que luego de tres años vuelven a la primera categoría.