La segunda jornada de conciertos de la Feria de La Carolina, en Quito, estuvo a cargo de grandes de la música nacional, que sirvieron como abrebocas para lo que fue la grandiosa presentación de ‘El poeta de la salsa’, Rubén Blades.
A las 19:00 comenzó el espectáculo con la actuación del Trío Colonial, que puso a bailar y cantar a los miles de asistentes que acudieron a festejar a su ciudad acompañados de sus familias y amigos.
Una hora más tarde, con gritos, aplausos y chiflidos fue recibido Darío Castro, quien con sus temas llenos de melancolía y otros alegres enloqueció a sus fanáticas que cantaban con los ojos cerrados y dando brincos de felicidad.
Aunque no llovió, el frío de la noche mantuvo entumecidos a los asistentes que aprovecharon las pausas entre artista y artista para dirigirse a la feria gastronómica instalada a un costado de la explanada del parque. Varias personas deleitaron su paladar con comidas típicas, dulces tradicionales y ricas canelas.
La posta del show la tomó la agrupación ecuatoriana de salsa Mala Maña, encendiendo los motores de los salseros que comenzaron a preparar sus mejores pasos de baile para lo que sería la presentación del panameño Rubén Blades.
Luego de tres horas de concierto, llegó el turno de La Grupa, que con el especial estilo de sus melodías puso a zapatear a los asistentes, que ya se mostraron un poco cansados por la larga espera para ver a Blades.
La Grupa finalizó su presentación dedicando una de sus más conocidas canciones a todas las mujeres caderonas de Quito.
Casi a las 10:20, el artista más esperado de la noche llegó hasta el parque La Carolina a inyectar al público toda la energía posible para que resistiera dos horas de pura salsa.
Blades llegó con su característico sombrero y sus maracas a deleitar con lo mejor de su salsa a los capitalinos que gritaban “viva Quito”.
Canciones como Amor y Control, Decisiones y Pedro Navajas hicieron delirar de emoción a sus seguidores que convirtieron el parque en una gran pista de baile.
El show finalizó pasada la medianoche y los capitalinos se retiraron pero a seguir festejando. (IB)