Cuando tenía nueve años de edad, Alejandro Bolaños, jugador del club Eloisa de la Bota, sufrió un accidente al recibir una descarga eléctrica que le provocó quemaduras en su brazo derecho y los médicos tuvieron que amputar su extremidad.
Hoy tiene 21 años y es un ejemplo de superación dentro de su equipo, ya que es uno de los goleadores del plantel que el pasado sábado consiguió el título del torneo Campeón de Campeones de la Unión de Ligas Independientes (UDLI), tras vencer por un gol al Tigres de la Mena.
HIZO EL GOL
Si bien el encuentro fue muy disputado desde el primer minuto, el elenco del Eloisa mostró gran superioridad durante todo el choque. Las acciones de gol estuvieron presentes en las dos porterías, pero los guardametas desempeñaron una buena actuación y atajaron todos los remates.
Cuando ya el partido entraba en la recta final, Alejandro recibió un balón y con gran velocidad encaró la portería del Tigres para sacar un remate y poner el único gol del partido.
La hinchada saltó de emoción. Su madre, doña Lucila, gritaba a todo pulmón por el tanto que consiguió su hijo, quien siempre destacó como delantero.
“Estoy muy feliz por todos, por la gente que nos vino a apoyar, y más feliz porque hice un gol que le dio el título a mi equipo luego de cinco años. Este gol va dedicado a mi familia que siempre me viene a apoyar”, expresó Alejandro.
“NO ME DEJO VENCER”
Mientras sus compañeros festejaban el título y esperaban que les coloquen las medallas, el joven jugador comentaba que a pesar de su discapacidad no se ha dejado vencer.
“Mire, en la vida me han enseñado que no hay que dejarse vencer, siempre me ha gustado luchar por mis objetivos y por lo que me he trazado. Siempre consigo mis propósitos y ser mejor en el fútbol es uno de ellos” manifestó.
MANTIENE SOLA AL EQUIPO
María Pérez, presidenta del Eloisa, en medio de la alegría de sus jugadores nos contó que todo lo que hace por su equipo es autogestión.
“El equipo lo tengo hace diez años, hemos participado cinco veces en este torneo y al fin quedamos campeones. Mantengo sola al equipo, yo trabajo y aporto mi dinero a mi equipo. A veces pido colaboración de pan, cola o sándwiches para darle el refrigerio a los jugadores. Es una alegría saber que ese esfuerzo se ve recompensado en ser campeones”, indicó doña María.
LA VUELTA OLÍMPICA
Con las medallas colgadas en su pecho y el capitán con el trofeo de campeón, el Eloisa dio la vuelta olímpica en la cancha del barrio Comité del Pueblo de Puengasí, donde se disputó la final.
Vecinos de la Bota, parientes de los futbolistas y gente del equipo rival (Tigres) se levantaron de las gradas de la tribuna y aplaudieron a los nuevos campeones, quienes representarán a esta matriz deportiva en el torneo intermatrices del próximo año.