Gumercindo Aguavil, de 48 años, máximo líder de los tsáchilas, escuchó de su bisabuelo cuando era niño que hace 300 años el sol se ocultó por tres días. Mientras los ancianos realizaban rituales y clamaban a sus dioses, los jóvenes hacían vigilias y los niños eran protegidos por sus madres para garantizar la prolongación de la nacionalidad.
En vista de que la oscuridad seguía, los dioses revelaron a los ancianos que debían salir a cazar al tigre de la noche y para ello escogieron a los guerreros de la tribu y lo enlazaron con una soga de bejuco.
Este animal, narra Aguavil, fue el que venció y logró matar al monstruo que cubría el sol.
Para Aguavil, esto no es una leyenda, es una historia real vivida por sus antepasados y que fue transmitida a las siguientes generaciones de forma oral.
El líder indígena resalta que hoy lo vivirán como todos los días, pero no cree que se trate del fin del mundo. “Cuando se acabe el mundo, el Camacho se encenderá y la leña no arderá”, afirma.
Esa señal podría considerarse como víspera de algo sobrenatural, pero “nadie conoce el final”, reitera.
Hoy Gumercido, como gobernador de los tsáchilas, dispuso que las actividades se desarrollen con normalidad. En la noche se reunirá con su familia.
Si se reprisa la historia que vivió su bisabuelo y el sol se apaga tiene previsto llamar a los jefes de las siete comunas que conforman la nacionalidad tsáchila para iniciar rituales a sus dioses, quizá para volver a buscar a la bestia que logró devorar al ocultador del sol de aquel entonces.
“LOS DIOSES ESTÁN MOLESTOS”
Albertina Calazacón, de la empresa de turismo comunitario Tolón Pelé, cree que los dioses están molestos “porque la humanidad se aferra a vivir en pecado y atentamos contra la naturaleza”.
“Pipoa (dios del sol) y Mapia (dios del agua) quieren que volvamos a renacer, pero eso no tiene que suceder exactamente el 21 de diciembre, sino todos los días”, afirma la hija de Liborio Calazacón, fallecido hace tres meses y conocido por su habilidad para comunicarse con los muertos.
Según Albertina, el mundo se acelera y traerá consecuencias, pero solo los dioses conocen el día del fin del mundo. Mientras tanto, hizo un llamado a los suyos y a la ciudadanía para que busque paz espiritual y conviva en este mundo de una mejor manera.
Tolón Pelé atenderá normalmente en sus instalaciones, ubicadas en el kilómetro 7 de la vía a Quevedo, en la comuna Chiguilpe, donde se ofrecerá a los visitantes una explicación sobre su cosmovisión.