El deseo de dos niños, de recibir los regalos navideños y pasar la Nochebuena junto a sus padres, se desvaneció cuando él decidió quitarse la vida. José Evaristo Gómez Méndez, de 35 años, se “pegó” un tiro en el tórax, la mañana de ayer, en el norte de Guayaquil.Miriam Gamarra, su conviviente hace catorce años, contó que Gómez estaba deprimido porque no podía comprar un reproductor musical (Mp3) y el muñeco Cicciobello que le pidieron sus hijos. Esta versión fue confirmada por el fiscal William Aguilar, quien se encargó de la diligencia.Según el relato de la mujer al fiscal, ayer, cerca de las 02:00, Gómez llegó a su vivienda, ubicada en la manzana 53, de la tercera etapa de la ciudadela Los Vergeles, y estaba alcoholizado, al parecer, bebió desde el día anterior.Luego, a las 08:00 aproximadamente, dialogó con sus hijos y un hijastro, a quienes les pidió una hoja para escribir una carta. Los niños dudaron en darles el papel, pero él les dijo que no se preocupen, que todo iba a estar bien, según narró Aguilar.Los menores de edad salieron y uno de ellos fue a cepillarse los dientes en la parte posterior de la planta alta, donde vivían. “Él escuchó cuando el arma se le atascó a su padre y corrió para ver qué pasaba, pero en el trayecto oyó el disparo”, recordó un pariente.La víctima estaba tendida sobre su cama, en la habitación, y en el piso estaba la cartuchera que usó para eliminarse. Antes que entre el niño, su hijastro llegó para quitarle el arma, pero tampoco alcanzó a salvarlo.A un costado de Gómez estaba la hoja que minutos antes pidió a sus pequeños. En la carta escribió que no culpen a nadie por la decisión que tomó y pidió que el abuelo se haga cargo de sus hijos.Aguilar informó que “en esta época la gente se deja llevar por la depresión. Esta vez fue un hombre que no tuvo para comprar un regalo para sus hijos”.La víctima, según el fiscal, trabajaba eventualmente colocando alarmas. Según la esposa, Gómez también se sentía apartado por su familia, quienes habitan en un sector de Daule, a pesar de que él era oriundo Palenque, provincia de Los Ríos.
El deseo de dos niños, de recibir los regalos navideños y pasar la Nochebuena junto a sus padres, se desvaneció cuando él decidió quitarse la vida. José Evaristo Gómez Méndez, de 35 años, se “pegó” un tiro en el tórax, la mañana de ayer, en el norte de Guayaquil.Miriam Gamarra, su conviviente hace catorce años, contó que Gómez estaba deprimido porque no podía comprar un reproductor musical (Mp3) y el muñeco Cicciobello que le pidieron sus hijos. Esta versión fue confirmada por el fiscal William Aguilar, quien se encargó de la diligencia.Según el relato de la mujer al fiscal, ayer, cerca de las 02:00, Gómez llegó a su vivienda, ubicada en la manzana 53, de la tercera etapa de la ciudadela Los Vergeles, y estaba alcoholizado, al parecer, bebió desde el día anterior.Luego, a las 08:00 aproximadamente, dialogó con sus hijos y un hijastro, a quienes les pidió una hoja para escribir una carta. Los niños dudaron en darles el papel, pero él les dijo que no se preocupen, que todo iba a estar bien, según narró Aguilar.Los menores de edad salieron y uno de ellos fue a cepillarse los dientes en la parte posterior de la planta alta, donde vivían. “Él escuchó cuando el arma se le atascó a su padre y corrió para ver qué pasaba, pero en el trayecto oyó el disparo”, recordó un pariente.La víctima estaba tendida sobre su cama, en la habitación, y en el piso estaba la cartuchera que usó para eliminarse. Antes que entre el niño, su hijastro llegó para quitarle el arma, pero tampoco alcanzó a salvarlo.A un costado de Gómez estaba la hoja que minutos antes pidió a sus pequeños. En la carta escribió que no culpen a nadie por la decisión que tomó y pidió que el abuelo se haga cargo de sus hijos.Aguilar informó que “en esta época la gente se deja llevar por la depresión. Esta vez fue un hombre que no tuvo para comprar un regalo para sus hijos”.La víctima, según el fiscal, trabajaba eventualmente colocando alarmas. Según la esposa, Gómez también se sentía apartado por su familia, quienes habitan en un sector de Daule, a pesar de que él era oriundo Palenque, provincia de Los Ríos.