
Agentes de la Policía Judicial del norte de Manabí buscan intensamente a los asesinos de Héctor Edelberto Chumo Mejía, más conocido como “Ñaño Beto” y de su amigo Julio Eduardo Intriago Andrade, de 50 y 39 años, respectivamente.Ambos aparecieron acribillados, cerca de sus domicilios, dentro de una camioneta marca Mazda de placa MCD-496, de propiedad del primero de los nombrados.Los cadáveres fueron encontrados la noche del domingo. Ambos presentaban varios impactos de balas en la cabeza y en sus cuerpos. Al parecer, las víctimas en su afán de esquivar o escapar de la lluvia de balas, se impactaron contra un árbol.Los fallecidos eran oriundos de Piquigua de la parroquia San Isidro del cantón San Vicente y se dedicaban a la ganadería.Salieron de negociosLos deudos, ante el dolor de la desgracia, solo se limitaron a decir que Héctor y Julio salieron en la mañana, como era su costumbre, a realizar un negocio cerca de San Vicente y desde entonces desconocían sus paraderos hasta que fueron hallados sin vida.En la escena del crimen, según una fuente policial, se encontraron varios casquillos de balas. Al parecer los asesinos les tendieron una emboscada a sus víctimas. Presumiblemente utilizaron una subametralladora para cometer el doble crimen.La Policía investiga minuciosamente este hecho lamentable y maneja bajo reserva el proceso de las pesquisas. Además, señalaron varios agentes, que el lugar donde los acribillaron es oscuro y montañoso.Los moradores del sector consideran esta zona de alta peligrosidad ya que semanas atrás otra persona fue asesinada en similares circunstancias.Ambos ciudadanos fueron llevados a la morgue del hospital Miguel H. Alcívar de Bahía de Caráquez; luego, personal policial y el fiscal de turno realizaron los levantamientos de los cadáveres.En Piquigua nadie quiere decir nada. Los habitantes del sector murmuran en baja voz el doble crimen. Xanderluv