Carlos López Velázquez, puertorriqueño, de 34 años, exsacerdote satánico que se arrepintió de adorar a Lucifer, llegó a Guayaquil a predicar la palabra de Dios.
Hace 6 años fue líder de la congregación Cráneos y Huesos, una de las sectas más peligrosas en Puerto Rico. Revela que sus rituales fueron perseguir y destruir a pastores cristianos. También a espiritistas, brujos y santeros que no se sometían a sus órdenes.
Sin embargo, se convirtió a Cristo tras sufrir un derrame cerebral en pleno culto de sacrificio y de sobrevivir a la muerte mediante una experiencia sobrenatural.
Llegó al país invitado por la pastora Rosa Cardoso de la iglesia evangélica Cristo Viene de Guayaquil. “Me enteré de su impactante testimonio y lo invité para que nos cuente la experiencia espiritual que tuvo con Satanás y Dios, luego de sufrir un derrame cerebral en pleno ritual satánico. Hemos recorrido varios lugares, como Milagro, Santa Rosa, Daule, Ricaurte, Playas, en los que predicó”, indica Cardoso.
López Velázquez, quien vive en Estados Unidos, recorre varios países en los que advierte a jóvenes y adultos que no ingresen a las sectas satánicas. Como exadorador de Satanás, conoce mucho de ocultismo, pero su misión en Guayaquil es predicar en varias iglesias sobre el milagro que lo sacó de las sectas.
Durante sus charlas alabó a nuestro país por existir libertad para hablar de la Palabra de Dios. “Es un lugar maravilloso, donde se puede predicar sin ser perseguido y detenido como ocurre en otras partes”, acota.
Antes de dirigirse al púlpito, el pastor evangélico acostumbra orar por una hora e inicia su intervención explicando pasajes bíblicos.
En su espalda lleva el tatuaje de un escorpión en el que están grabados los nombres de sus hijos, a quienes ofrendó a Lucifer. “Este es el sello oficial de coronación de un sacerdote satánico. Es un escorpión conformado de varias piezas, cada una significa una alabanza y adoración a Satanás. Arriba, en el plato, están los nombres de mis hijos a quienes ofrendé, pero eso ya pasó, porque ahora soy de Cristo”, dijo.
DESDE NIÑO CONOCIÓ A SATANÁS
Este puertorriqueño, de ojos negros como el pechiche y cabeza rapada, confesó que desde los siete años entró en contacto con Satanás, quien se le presentó como ángel de luz en su dormitorio.
“Era alto, rubio, de ojos azules. Se me presentó. Yo vivía con mi madre, ella era cristiana. Me dijo que me necesitaba y que debía crecer en su ciencia. En un principio pensé que era Dios o un ángel. Posteriormente me ordenó que fuera a los templos satánicos. Me convertí en el enemigo de mi madre”.
A los 14 años ya era un experto en ciencias ocultas. Los espíritus del mal entraban y salían de su cuerpo. El poder que le había dado Satanás le permitía levitar o convertirse en un animal.
“Para convertirme en bestia hacía un conjuro especial”, expresa.
Revela que los trabajos de destrucción que hacía eran matar, profanar tumbas, buscar cráneos y huesos. “Para ser máximo líder satánico, uno tiene que estudiar la Biblia negra de Antón LaVey y otros libros más de ocultismo. Allí están los mandamientos: Amarás a Lucifer con todas tus fuerzas, matarás, robarás, odiarás a la humanidad y no harás caso a tus padres, entre otros más”, explica.
Revela que no hay nada bueno en el ocultismo, “solo lujuria, orgías, droga, sacrificios de personas (niños o adultos)”.
Las víctimas que sacrificaban, en algunos casos, eran miembros de su secta, a quienes las preparaba para este acto. Otras eran secuestradas en las calles.
Como sacerdote cautivaba a las personas, a quienes convertía en esclavas. “Uno no hace nada, los esclavos lo hacen todo, lavan la ropa, cocinan, mientras las mujeres se encargan de bañar a los hombres”, dice. “Hay mucha fornicación y aberración”, señala Velázquez.
EL CAMBIO
Como todo satánico entregó su alma a Satanás, pero nunca imaginó que su destino sería otro.
El 22 de octubre del 2004, día de ofrendas especiales en la secta que dirigía, se le elevó el nivel de azúcar y sufrió un derrame cerebral en pleno ritual de sacrificio.
“Caí fulminado sobre los brazos de mi esposa, pero todos me sacaron del templo satánico y me llevaron a un hospital. Mi madre solo oraba por mí”.
En el hospital le detectaron que había sufrido un derrame cerebral y ante la falta de signos vitales, lo dieron por muerto; luego, fue introducido en una funda plástica y colocado en una camilla. Nueve horas después reaccionó sorpresivamente. Durante el tiempo que supuestamente estuvo muerto experimentó algo sobrenatural.
Se vio en el infierno, envuelto en llamas. “El calor es intenso, gritaba y trataba de salir, pero no podía. Habían gusanos de tres bocas que entraban y salían de mí. Esto dolía mucho. Yo clamaba perdón y lloraba. Luego una luz intensa alumbró el infierno. Vi cómo los demonios corrieron a esconderse. Era un ser resplandeciente que me llamó por mi nombre. Caí sobre el piso y le rogué que me sacara del lugar. Posteriormente vi una mano muy grande, de donde chorreaba sangre que caía sobre mi cabeza. El dolor y el calor que sentía desaparecieron y las vestiduras negras se convirtieron en blancas. Una voz que me decía: ‘Yo soy un Dios de pactos, cumplo mis promesas, vengo a buscarte porque se lo prometí a tu madre”, comenta.
Agrega que luego volvió en sí. Su cuerpo temblaba y de un salto logró sentarse en la camilla. “Mi mujer me sacó de la bolsa”, dijo.
Luego de este acontecimiento, sus súbditos estaban preocupados porque temían que regresara con más poder. “En el mundo del ocultismo existe mucho orgullo por el grado de poder que se tiene. A mis excompañeros les preocupaba esto, pero ignoraban que jamás volvería a la secta”, afirma.
Velázquez conoce el contenido de la Biblia negra, arma inseparable dentro del ocultismo, pero hoy solo lleva en sus manos las Santas Escrituras, como señal de su verdadera conversión y cambio.
El creador de la Biblia satánica
Antón Szandor LaVey nació en Chicago el 11 de abril de 1930 y murió el 29 de octubre de 1997, en Londres. Es conocido principalmente por ser el fundador de la Iglesia de Satán. Fue un ícono dentro de la cultura popular y se autoproclamó también el Papa Oscuro o Papa Negro. Escribió varios libros, entre ellos La Biblia satánica y participó en algunas producciones cinematográficas.
La noche del 30 de abril de 1966, Antón se afeitó la cabeza y anunció la fundación de la Iglesia de Satanás en el estado de California. Esa fecha fue declarada por él mismo como el Año Primero del Reinado de Satanás (I Anno Satanás). A través de conferencias y otras actividades fue dando a conocer la existencia de su institución, la cual alcanzó fama internacional en 1967, gracias a un evento transmitido en vivo por los medios internacionales: La celebración de la primera boda satánica. Fue así como entre bautizos, funerales y misas negras, la popularidad de la Iglesia satánica fue ascendiendo.
En 1968, LaVey escribió la Biblia satánica y en 1969 dio a conocer de modo oficial su institución. Para 1970, publica una edición rústica de su Biblia, la cual se convirtió en un libro con éxito en ventas. La Biblia satánica expone las creencias básicas del satanismo a través de dos secciones, la primera exhibe el razonamiento del satanismo, la segunda sus rituales y prácticas.
SU MUERTE
LaVey murió el 29 de octubre de 1997 a causa de un edema pulmonar, a la edad de 67 años. Su familia no anunció su muerte hasta después de la noche del 31 de octubre, para no distraer a sus seguidores de la fiesta más importante dentro de la Iglesia de Satanás: Halloween.
Hablan los expertos
Dr. Juan Montenegro , médico forense
Para Juan Montenegro Clavijo, médico legista y exdirector del Departamento Médico Legal de la Policía, el caso del exsacerdote satánico se trató de una muerte aparente, “en la cual las funciones vitales, como la respiración, circulatorias y nerviosas disminuyen en tal grado que es imposible determinarlas por medios comunes. Es imperceptible a la determinación manual”, expresa.
Montenegro asevera que si el médico no utiliza una buena tecnología para verificar si la persona realmente falleció, la muerte aparente puede ser confundida con una real. “Una persona con muerte aparente puede durar desde un minuto u horas en reaccionar. Sus órganos vitales están funcionando de una manera disminuida”, explicó el galeno.
Indicó que la muerte aparente se caracteriza por la inmovilidad, pérdida de reflejos superficiales y profundos, no hay respuestas a estímulos, lo cual contribuye a la confusión. Se piensa que la persona está muerta. La muerte aparente se puede presentar por accidente cerebrovasculares (derrames) y comas diabéticos, pero deja secuelas que pueden ser circulatorias, nerviosas e incluso respiratorias.
Segundo Romero, psicólogo de la Policía
El psicólogo de la Policía Nacional, Segundo Romero, indica que las personas satánicas podrían tener problemas psicóticos, psiquiátricos o psicológicos. En el primer caso no tiene remedio. Manifestó que el fanatismo lleva a estas personas a cometer rituales y sacrificios con personas vivas y que lo hacen a través del uso de la droga.
“Salir de estas prácticas es muy difícil cuando el caso de la persona es grave, algunos logran dejarlas a través de la religión o terapias psicológicas”, señaló el especialista.
Manifestó que algunos autores “señalan como sectas satánicas a todo ese conjunto de ciencias, semiciencias, supercherías, ocultismo y prácticas tenebrosas, que tienen como centro la suposición de que el demonio es un ser poderoso al que hay que rendir culto, porque él puede darnos bienestar, riqueza, salud”.
Los integrantes suelen ser personas con un profundo rechazo ante todas las instituciones sociales establecidas como la familia, iglesia y el Estado.
Pastora Rosa Cardoso
“Vino desde Orlando Florida, por medio de un llamado de nuestro Ministerio. Hemos estado en Playas, Santa Rosa, Ricaurte, Daule, Milagro y Guayaquil, donde ha predicado”, dijo Rosa Cardoso, pastora que lo invitó.
Señaló que le impactó el testimonio de Velázquez, quien en su vida pasada fue satánico y persiguió a muchos cristianos. “Sé que en Puerto Rico fue uno de los hombres más malos y reconocidos dentro del mundo del satanismo. Tuvo un encuentro personal con Lucifer. Es algo que a los cristianos nos interesa saber”.
Ab. Enrique Salas
“Nosotros creemos en los milagros y creemos que Jesús los sigue haciendo como hace dos mil años”, señaló Enrique Salas, fundador de la Iglesia cuadrangular del Ecuador.
Jesús resucitó a algunos, entre ellos a Lázaro, quien tenía cuatro días de fallecido, ya estaba enterrado”, concluyó.