Los planes que tenían dos familias de Babahoyo para recibir el nuevo año cambiaron cuando en cuestión de segundos se quedaron sin casas. Ocurrió en Babahoyo.
La tarde del domingo, las moradas de caña de Tatiana Vega Oleas y la de su cuñada Viviana Castro se redujeron a ceniza en la cooperativa de vivienda Primero de Mayo. Dentro perdieron los electrodomésticos que tenían.
Del hecho responsabilizan a uno de los habitantes, quien cerca de las 18:00 llegó a su hogar para ver un dinero, con efectos del alcohol y como no encontró a su mujer se enfureció y habría decidido incendiar el inmueble.
Sus vecinas escucharon al pirómano que gritaba a todo pulmón, golpeaba las paredes de su domicilio e insultaba a su cónyuge diciendo que esa noche le daría donde más le doliera. Luego fue visto ingresando dos pomas con gasolina y habría prendido fuego al inmueble, donde vivía con su esposa y sus hijos de 2 y 6 años.
Después el sospechoso supuestamente salió corriendo de la casa con un cuchillo en la mano y se embarcó en una motocicleta.
Los vecinos al ver que las llamas rápidamente empezaban a consumir las paredes de la casa alarmaron al barrio para que lo atraparan.
DESESPERACIÓN
Mientras eso ocurría, otros moradores lanzaron agua a la casa. Pero las esperanzas de controlar las llamas se esfumaron cuando un cilindro de gas explotó y contaminó la morada de Viviana Castro. Solo hubo daños materiales porque ella tampoco estaba en el sitio.
La desesperación se apoderó de la gente del sector que corría de un lado a otro buscando agua para sofocar las llamas hasta que llegaron los bomberos.
Mariana Chonillo, de 55 años, estaba nerviosa. Ella mojó las paredes de su casa para evitar que las lenguas de fuego se crucen a su domicilio. La ropa que recién había lavado de sus hijos y nietos se quemó.
Tatiana Vega Oleas y su cuñada Viviana Castro reciben posada en casa de parientes. (GFR)