Sin darse cuenta, el amor entre la actriz Érika Vélez y el abogado Antonio García nació en un canal de televisión. Mientras ella era una de las presentadoras del programa Vamos con todo, en RTS, él era novio de otra de las conductoras, la brasileña Paloma Fiuza.
Vélez recordó que cada vez que García iba al canal se saludaba con todos. “Era súper amable”, aseguró la guapa presentadora de Así somos, quien antes de entrar a RTS conocía al actual coordinador regional de transparencia de Costa y Galápagos.
Aunque es muy cauta al hablar de su vida privada comentó que lo que le llamó la atención del hombre con quien contraerá matrimonio a mediados de este año es que siempre respetó e hizo respetar a su novia de aquel entonces. “Qué hombre más maravilloso, nunca escondió su relación con Paloma, siempre le dio su lugar”, manifestó la diosa manabita, de 30 años, quien en febrero regresará como conductora de Así somos en Ecuavisa.
No eran amigos de entablar grandes conversaciones. Sin embargo, cuando Érika dejó el programa viajó a Colombia para hacer unos trabajos de televisión, Antonio y Paloma rompieron su relación. Poco después la brasileña salió del canal.
“En enero me fui a Colombia y regresé en mayo. Nos comunicábamos por chat telefónico y cuando empezamos a tratarnos nos dimos cuenta de que él (Antonio) y yo teníamos amistades en común”, sostuvo.
Luego esa amistad se convirtió en romance. “Nunca sentí como si Antonio hubiera querido levantarme, todo se dio de la forma más normal”, dijo la actriz cuya participación en la novela colombiana El capo 2 tuvo buenos comentarios. El año anterior, durante un viaje a Nueva York, fue tomada por sorpresa cuando en las calles de esa ciudad fue reconocida por gente que se acercó a preguntarle si era una de las actrices del Capo. Más adelante tiene previsto viajar a Miami, de donde la llamaron para realizar varios castings.
Malos comentarios
Aunque aseguró no haberle afectado quien haya estado antes que ella en la vida de su futuro esposo, lo que sí le molestó fue como ciertos medios quisieron plasmarlo. “Me dije que no era burla de nadie y que no daría notas al respecto y así lo hice. Me he ganado un nombre, el respeto y el cariño del público”, recalcó Érika, quien luce con orgullo el aro de compromiso en oro blanco, brillante y un diamante como solitario que le dio Antonio dos días antes de Nochebuena.
Aunque tienen siete meses de relación, el amor de ambos se ha fortalecido por el respeto y el cariño que siente el uno por el otro.
Antonio, de 31 años, es divorciado y padre de dos pequeñas, de 4 y 6 años, quienes se llevan de maravilla con Érika. “Las niñas son divinas y cariñosísimas. Hacemos planes con ellas. Y cuando salimos tratamos que todo el tiempo y la atención sea solo para las dos. En ese momento nos olvidamos de nosotros”.
La boda
A pesar de que aún no inician los preparativos para la que será la boda del año, la pareja quiere que su enlace sea íntimo. Eso sí, Vélez quiere que todos sus amigos de Colombia, estén presentes el día de su boda civil.
“Tengo tantos amigos en Colombia que quiero que ellos vengan, por eso escogeré un día que caiga con alguna festividad de allá”. El lugar escogido deberá ser en un sitio abierto, nada cerrado. “Me encantaría que sea en la playa”, recalcó. De hecho la pareja recibió la llegada del año nuevo, junto a varios amigos, en una casa que alquilaron al pie del mar de Salinas, el mismo mar donde a lo mejor en los próximos meses se jurarán amor hasta que la muerte los separe.