Un clavo de ocho centímetros de largo en el corazón. A un carpintero argentino de 19 años la vida le pasó por delante en unos segundos cuando se le disparó una pistola neumática. El clavo que salió de la pistola le alcanzó el corazón, atravesando el esternón, y quedó incrustado dentro del ventrículo derecho.Fue intervenido de urgencia en el Hospital de El Cruce, en Florencio Varela, en Argentina. La operación quirúrgica fue complicada y los cirujanos tardaron más de dos horas en extraerle el clavo manualmente.Finalmente la operación fue un éxito y el joven carpintero está fuera de peligro. La suerte y la pericia de los médicos estuvo de su lado, pues sólo tres personas en el mundo han sobrevivido a una cirugía como ésta.
Un clavo de ocho centímetros de largo en el corazón. A un carpintero argentino de 19 años la vida le pasó por delante en unos segundos cuando se le disparó una pistola neumática. El clavo que salió de la pistola le alcanzó el corazón, atravesando el esternón, y quedó incrustado dentro del ventrículo derecho.Fue intervenido de urgencia en el Hospital de El Cruce, en Florencio Varela, en Argentina. La operación quirúrgica fue complicada y los cirujanos tardaron más de dos horas en extraerle el clavo manualmente.Finalmente la operación fue un éxito y el joven carpintero está fuera de peligro. La suerte y la pericia de los médicos estuvo de su lado, pues sólo tres personas en el mundo han sobrevivido a una cirugía como ésta.