Desde niño quiso ser doctor. Recuerda que cuando iba al médico se impresionaba por los galenos vestidos de traje blanco y que tras hacer sus revisiones y recetas sanaban al paciente. “¡Qué tremendo poder tienen!”, pensaba Juan Carlos Estrada Aguirre, quien desde sus 7 años sabía perfectamente lo que iba a ser de grande: médico.
Hizo sus estudios secundarios en el colegio Americano, donde recuerda que comenzó a hacer realidad su vocación de servicio. “Nos reunimos con compañeros y antes de los 18 años teníamos nuestro “hogar de amigos”, un lugar en el que ayudábamos a niños de la calle.
Una vez que terminó el colegio tenía claro que no pararía hasta conseguir su sueño. Sus padres, Roberto Estrada y Beatriz Aguirre, siempre le inculcaron que podía lograr todo lo que se propusiera si lo hacía con corazón.
Y se graduó de médico cirujano. Al poco tiempo hizo un postgrado de cirugía plástica y estética e hizo una pasantía en el exterior.
“No soy aniñado”
Si bien Juan Carlos Estrada es conocido hoy como un cirujano plástico de elite que ha operado a estrellas internacionales como Lucía Méndez, quien vino a Guayaquil para refrescarse el rostro hace algunos años, el doctor insiste que no es aniñado o “pelucón”.
“Mira”, dijo en tono enérgico, “es verdad que estudié en el Americano, pero mi título de doctor lo obtuve en la Universidad Estatal de Guayaquil. Recuerdo que mis prácticas las hacía en el hospital del suburbio, a las que iba a diario en buseta, mientras mis excompañeros de colegio manejaban sus autos y tenían ‘platita’ en el bolsillo”, dijo.
Cuando se le pregunta cuál fue la mayor dificultad que tuvo para llegar a ser médico dijo: “la oportunidad de trabajar tan pronto te gradúas. Si eres hijo de un médico reconocido que tiene su clínica privada o un hospital es fácil, pero ese no era mi caso. Muchos se encuentran desempleados y es duro hasta lograr un reconocimiento del público por tu labor”.
Juan Carlos Estrada recuerda que cuando estaba en su segundo año de medicina formó parte de la Fundación de Cirugía Plástica y Reconstructiva con la que recorrió el país haciendo labor social.
“No existe mayor satisfacción para un cirujano plástico que el cambiar el llanto por una sonrisa. La voluntad de servir debe estar presente en todos los que hacemos el juramento de doctor”, dijo.
Además, recalcó que hace obra social de diversas maneras, pero no quiso hablar mucho al respecto. “Mis padres me enseñaron que lo que haces con la mano derecha no tiene por qué saberlo la izquierda. La verdadera ayuda se la hace en silencio”, afirmó.
Experto culinario del arroz con “gafas”
Juan Carlos Estrada está casado con Verónica López. Tiene tres hijos, Valentina, de 11 años, su “campeón” Juan Andrés, de 9, y la última, Flavia, de 6 años.
Asegura que su mayor virtud es saber luchar por las cosas que quiere y no le gusta que nadie le diga que no puede hacer alguna cosa. Su defecto es la impaciencia. “Como cirujano siempre quiero que todo fluya de inmediato”, indicó.
Cuando se le pregunta si le gusta la cocina aseguró: “soy experto culinario. Me encanta cocinar y me recuerda a los días cuando era estudiante. Mi plato favorito es el encebollado y la guatita con arroz. Cuando cocino soy experto en el arroz con gafas y el arroz con atún. Me quedan exquisitos”, comentó.
Admira el aire literario de José Ingeniero. “Tiene pensamientos fuertes. “Eso de que cualquier tiempo pasado fue mejor es mentira, lo mejor está en el futuro que planees”.
Con Avanza a la Asamblea
El doctor Estrada, candidato para asambleísta, distrito dos por Avanza, lista 8, asegura que cuenta con el respaldo de su familia. “Me propusieron la candidatura y vi en ella la oportunidad de seguir sirviendo a los más necesitados. He recorrido todos los barrios marginales de la ciudad”.
“Con esta candidatura quiero ir de frente para buscar un cambio y ayudar a la gente. Es una forma de hacer que la revolución continúe”, aseguró.
Tiene grandes planes poniendo como base su doctorado. Entre sus metas está la de solucionar el problema de las drogas en los colegios con nuevas leyes y cursos para padres y estudiantes.
“Mi deseo de servir no es de ahora. Lo hago desde niño y qué mejor manera que poder hacerlo desde un cargo público”, manifestó Juan Carlos Estrada.