El príncipe Enrique, tercero en la línea de sucesión al trono de Inglaterra, regresó hoy al Reino Unido después de una misión de 20 semanas en Afganistán como piloto artillero de helicópteros de Apache, anunció el ministerio británico de Defensa.El príncipe, de 28 años, señaló que estaba "encantado de estar de vuelta", poco después de su llegada a la base militar de la Fuerza Aérea Real (RAF) de Brize Norton, a un centenar de kilómetros al noroeste de Londres."Ha sido fantástico, es una experiencia tremenda" agregó ante los periodistas, después de dos días de "descompresión" en otra base militar británica en Chipre.El "Capitán Wales", como se le conoce en las fuerzas armadas, abandonó el pasado lunes Afganistán, donde llevaba desplegado desde el 7 de septiembre en la sureña provincia de Helmand.Durante su estancia en Camp Bastion, el joven príncipe reveló a periodistas británicos que puso "fuera de juego" a algunos talibanes desde su helicóptero de combate, equipado con misiles aire-tierra Hellfire, cohetes y una ametralladora, cuyo manejo comparó con el de una consola de juegos.Al ser interrogado al respecto este miércoles, el hijo menor del príncipe Carlos y de la difunta princesa Diana, matizó sus declaraciones."Se te pide que hagas cosas que se espera que hagas cuando llevas este uniforme. Es tan simple como eso, realmente", declaró.Las declaraciones de Enrique, divulgadas el lunes, provocaron una enconada reacción de los talibanes, quienes estimaron que tenía "un problema mental"."Hay 49 países con sus poderosos ejércitos fracasando en la lucha contra los muyahidines y ahora viene el príncipe y compara esta guerra con sus juegos de PlayStation o como se llamen", dijo un portavoz de los talibanes, Zabiulá Mujahid, a la AFP.Esta era la segunda misión militar del príncipe Enrique en Afganistán, que ya había vivido una primera experiencia de 10 semanas como controlador de cazabombarderos en 2007/08, interrumpida cuando la prensa se hizo eco de su presencia por temores de seguridad.
El príncipe Enrique, tercero en la línea de sucesión al trono de Inglaterra, regresó hoy al Reino Unido después de una misión de 20 semanas en Afganistán como piloto artillero de helicópteros de Apache, anunció el ministerio británico de Defensa.El príncipe, de 28 años, señaló que estaba "encantado de estar de vuelta", poco después de su llegada a la base militar de la Fuerza Aérea Real (RAF) de Brize Norton, a un centenar de kilómetros al noroeste de Londres."Ha sido fantástico, es una experiencia tremenda" agregó ante los periodistas, después de dos días de "descompresión" en otra base militar británica en Chipre.El "Capitán Wales", como se le conoce en las fuerzas armadas, abandonó el pasado lunes Afganistán, donde llevaba desplegado desde el 7 de septiembre en la sureña provincia de Helmand.Durante su estancia en Camp Bastion, el joven príncipe reveló a periodistas británicos que puso "fuera de juego" a algunos talibanes desde su helicóptero de combate, equipado con misiles aire-tierra Hellfire, cohetes y una ametralladora, cuyo manejo comparó con el de una consola de juegos.Al ser interrogado al respecto este miércoles, el hijo menor del príncipe Carlos y de la difunta princesa Diana, matizó sus declaraciones."Se te pide que hagas cosas que se espera que hagas cuando llevas este uniforme. Es tan simple como eso, realmente", declaró.Las declaraciones de Enrique, divulgadas el lunes, provocaron una enconada reacción de los talibanes, quienes estimaron que tenía "un problema mental"."Hay 49 países con sus poderosos ejércitos fracasando en la lucha contra los muyahidines y ahora viene el príncipe y compara esta guerra con sus juegos de PlayStation o como se llamen", dijo un portavoz de los talibanes, Zabiulá Mujahid, a la AFP.Esta era la segunda misión militar del príncipe Enrique en Afganistán, que ya había vivido una primera experiencia de 10 semanas como controlador de cazabombarderos en 2007/08, interrumpida cuando la prensa se hizo eco de su presencia por temores de seguridad.