El show del “Rey del Vallenato” inició la noche del viernes pasado en la capital con la proyección en una pantalla gigante, ubicada en el centro del escenario del coliseo General Rumiñahui, de un video donde se apreciaba a Carlos Vives sumergido en las aguas de las playas de su tierra de origen, Santa Martha, y saliendo hacia la superficie.Acompañado por su banda “La Provincia”, Vives saltó al escenario con un poncho utilizado por el arriero típico colombiano y con su característico cintillo en su rizada cabellera.Saludó a su público quiteño y recordó que en pocos días cumplirá 20 años de compartir escenario junto a sus músicos.Enérgico, lleno de vitalidad y muy alegre, Carlos Vives no dejó de sonreír, bromear y bailar durante su presentación.La felicidad transmitida por el artista evidenció que ni el paso de los años logrará borrarle la sonrisa de su rostro.Canciones como Déjame entrar, Moralito, Como le gusta a mi pueblo, Bailar contigo, Corazón profundo y algunas otras formaron parte de su repertorio preparado para una hora y media de concierto.Una fan enamorada del artista regaló a Vives una camiseta de nuestra tricolor como recuerdo para el artista. Carlos agradeció por el regalo y afirmó que espera que nuestra selección clasifique muy pronto al Mundial de Fútbol Brasil 2014.Entre el público encontramos a José Francisco Cevallos que acudió al concierto acompañado por su esposa y uno de sus hijos, quien según afirmó el exportero de la Selección, es muy seguidor del dúo venezolano Chino y Nacho, quienes también formaron parte del show.“Quiero casarme contigo”, una de las melodías más recientes del colombiano se convirtió en el himno de los más de diez mil asistentes que corearon de inicio a fin el tema con el que se despidió el artista.“Gracias Ecuador, volver a cantar aquí es volver a nacer”, expresó antes de retirarse de la tarima.Fanáticos molestosLuego de la presentación de Vives, el público tuvo que esperar por más de una hora para ver a Chino y Nacho, razón por la que los asistentes empezaron a reclamar a gritos por tan larga espera.Finalmente, antes de la medianoche saltaron al escenario los venezolanos. La energía de su música y el entusiasmo con el que Chino y Nacho se mostraron ante el público, hizo olvidar a los asistentes de lo mucho que tuvieron que esperar para verlos.Junto a su cuerpo de baile los artistas deleitaron con un gran espectáculo y realizaron un recorrido por lo mejor de sus temas éxito sin parar.A pesar de la buena intervención de los dos artistas en el concierto, el público no salió tan satisfecho debido a la mala coordinación del tiempo entre un artista y otro en el evento.(IB)