Dos horas y media de puro humor se convirtieron en la mejor terapia antiestrés ofrecida por el comediante mexicano Adal Ramones a 4.000 capitalinos que repletaron el Ágora de la Casa de la Cultura, la noche del viernes pasado.
“Señores me da mucho gusto estar aquí, no sé cuantas veces he venido, pero creo que mejor me voy comprando un departamento”, bromeó Ramones con el público al iniciar su presentación, recordando las numerosas ocasiones que ha visitado el país para presentar su monólogo.
Apenas inició su show, Adal identificó la presencia de Lenin Moreno, exvicepresidente del Ecuador, entre los asistentes, y no dudó en darle la bienvenida y expresar públicamente el gusto que tuvo de contar con su presencia. Pero ni Moreno se salvó de ser molestado por el humorista, quien dijo “El señor Lenin muy listo dijo: no pago boleto, traigo mi silla”, comentario que desató las risas en el lugar.
Otro de los personajes que formó parte del divertido monólogo del mexicano fue la actriz y presentadora de televisión Carolina Jaume. Adal se valió de la supuesta relación sentimental que le inventaron con la guapa guayaquileña para sacar a relucir una serie de sus ocurrencias, pero aprovechó también para aclarar que lo único que existe entre ellos es una buena amistad.
“Antes gastaba mucho en psicólogos, ahora me dedico a los monólogos”, expresó entre risas el comediante, que en mayo cumple siete años de haber dejado su programa de televisión Otro Rollo para dedicarse a recorrer Latinoamérica con sus shows.
Casi al finalizar su presentación, el comediante se emocionó al compartir con su público un pedazo de su historia que lo entristece de sobremanera. Confesó que desde pequeño soñó con ser comediante y que le había prometido a su padre que lo vería presentándose en los mejores teatros de México, pero que jamás había podido cumplir con su promesa, puesto que su padre falleció antes. (IB)
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