La primera edición de Charlie Hebdo publicada tras los ataques mortales llevados a cabo por yihadistas en París se agotó en cuestión de minutos en muchos quioscos en toda Francia ayer, con colas para comprar copias y apoyar al semanario satírico.
“Nunca lo he comprado antes, no es exactamente de mi gusto político, pero me parece importante comprar y apoyar la libertad de expresión”, dijo David Sullo, en una cola de dos docenas de personas en un quiosco del centro de París.
El semanario lanzó una tirada de hasta tres millones de copias para lo que se ha llamado la “edición de los supervivientes”, muy por encima de los 60.000 ejemplares que se imprimían en ediciones anteriores. Pero aun así muchos establecimientos se quedaban sin copias rápidamente.
A pocas manzanas de distancia, cerca de la estación de metro de Jules Joffrin en el norte de París, un vendedor de periódicos decía que había personas esperando fuera de la tienda cuando abrió a las 06:00 locales. “Tenía 10 copias, que se vendieron de inmediato”, dijo.
El quiosco de prensa en la estación de ferrocarril Gare du Nord abrió sus puertas a las 05:15 en lugar de las 06:00 habituales, y sus 200 ejemplares se agotaron en menos de 15 minutos.
Diecisiete personas murieron en París en tres días de violencia que se iniciaron con el ataque perpetrado por dos milicianos islamistas en las oficinas de Charlie Hebdo el 7 de enero - en el que 12 personas perdieron la vida - y terminaron con un secuestro en un supermercado kosher dos días después.
La portada de la edición de Charlie Hebdo de ayer muestra una caricatura de un Mahoma lloroso que afirma “Je suis Charlie” (Yo soy Charlie) debajo del titular: Tout est pardonné (Todo está perdonado).
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