Trescientos metros y un bus sin frenos por poco ocasionan una tragedia. Eran aproximadamente las 06:30 de ayer y un carro escolar del colegio 24 de Mayo se dirigía en sentido occidente oriente por la calle Bartolomé de las Casas.
De pronto el conductor sintió que los frenos del bus no servían y para no chocar a dos vehículos que esperaban el semáforo en rojo decidió arrinconarse a la izquierda y subirse a la vereda.
El bus aplastó un pequeño árbol y se llevó por completo el poste de la intersección con la calle La Isla. Los cables de luz llegaron a templarse tanto que dos postes más también sufrieron daños.
Según testigos, el bus llevaba a cerca de treinta estudiantes, afortunadamente ninguna sufrió golpes fuertes ni heridas graves.
El único que terminó lastimado fue el chofer de la unidad. “Tenía un rasmillón en el brazo”, dijo Carlos Falquez, morador del lugar.
A lo largo de la calle quedaron varios escombros de los postes dañados, unos cuantos cables botados en el piso y el bus con la parte delantera totalmente destrozada.
Marcela Rivas explicó que por lo general los buses que pasan por el lugar lo hacen a grandes velocidades. “Lo que hoy ocurrió es solo una consecuencia del accionar de los choferes de buses”, dijo.
Por otro lado, varios testigos aseguraron que el conductor del bus ni siquiera iba a exceso de velocidad, pues acababa de recoger a una estudiante.
Alejandro Simba, cabo segundo de la Policía, afirmó que el conductor del transporte deberá responsabilizarse por todos los daños causados.