Con unos tubos en su nariz, pero sonriente, doña Petra González se recupera lentamente en la sala de terapia intensiva del hospital Abel Gilbert Pontón, de Guayaquil.
Su cuerpo luce menos voluminoso desde el viernes pasado, cuando un equipo de médicos la operó durante cuatro horas para extraerle la gran masa de grasa de más de cincuenta libras que colgaba de su abdomen.
Aunque no puede hablar todavía, se emocionó al ver al equipo de EXTRA y levantó su dedo pulgar en señal de victoria.
Su hija María Melgar González no puede ocultar su alegría al saber que su madre está estable luego de la riesgosa intervención quirúrgica realizada el pasado viernes, la cual duró desde las 09:00 hasta las 13:00.
“Estoy contenta y muy agradecida con EXTRA, con los médicos, el hospital y las personas que hicieron realidad este sueño”, comentó María, quien fue a visitar a su madre.
El viernes, cuando la llevaron al área de cirugía, “temíamos que le pasara algo porque era una cirugía de alto riesgo, pero gracias a Dios fue todo un éxito”, señaló la hija de la paciente.
Agregó “escuché decir que lo que le sacaron pesaba más de cincuenta libras y que era una masa de grasa y carne que fue enviada a patología para confirmar si era benigna o maligna. Mi madre abre sus ojos, está un poco mejor, creo que muy pronto podrá hablar. Una doctora me mostró una foto de la operación y me parece increíble que vuelva a caminar”, exclamó María.
“Para que mi madre sea intervenida se necesitaban de varios ecos, pero como en el tomógrafo no cabía fue sometida a una dieta nutricional que le permitió bajar unas cuantas libras. Perder peso no solo le ayudó a dormir de todos los lados en la cama, sino entrar en el tomógrafo. La llevaron bien amarradita y esa vez sí se pudo hacer el análisis”, contó sonriendo.
LA OPERACIÓN
Un equipo de seis doctores, entre ellos cirujanos plásticos, llevaron a la paciente hasta el quirófano, donde le aplicaron anestesia general.
Ellos tuvieron que ingeniárselas y adecuar una cama para operarla, porque en la camilla en la que se suelen hacer las cirugías doña Petra no cabía.
Cada galeno sabía lo que tenía que hacer. La meta era sacar sin errores toda la masa abdominal que le impedía caminar.
Con el conocimiento y el bisturí, los especialistas hicieron dos grandes cortes paralelos y horizontales (arriba y debajo del abdomen). Luego de varias maniobras quirúrgicas la masa fue extraída y cargada por cuatro galenos, quienes la colocaron sobre una mesa. Después de medirla y pesarla, la mandaron al departamento de Patología para confirmar si se trata de un tumor maligno o no.
LA HISTORIA DEL “GRAN TUMOR”
Debido a la gran masa que colgaba del abdomen de doña Petra, ella permaneció nueve años sin poder caminar o acostarse cómodamente en la cama. Además, no dormía bien porque se la pasaba quejándose del dolor y su respiración era difícil.
Con la ayuda de sus familiares, apenas podía levantarse de la cama para ir al baño.
Por varias ocasiones trató de ser atendida y operada, pero en ninguna de las casas de salud donde tocó puertas le prestaron atención. Para colmo, un médico le cobraba seis mil dólares por la operación, por lo que perdió la esperanza de recuperar la salud por la pobreza en que vive.
EL QUERER ES PODER
Cuando nos enteramos de su caso, la visitamos y ante su decisión de operarse ayudamos a hacer realidad su sueño.
Nos contactamos con personal de la Dirección Provincial de Salud y del hospital Abel Gilbert Pontón, el cual envió una ambulancia que la trasladó hacia esa casa de salud. Pero fue el equipo de galenos que la intervino el que hizo el gran milagro.
“Quisiera conocer la ciudad, hace nueve años que no he salido. Me gustaría estar en Malecón 2000”, dijo doña Petra, mientras aún estaba en su hogar.
“Es un caso especial”
“Es un caso especial porque implica muchas actividades, como el evidenciar el origen de la gran masa, si era benigna, maligna y cómo aliviarla. Se tuvo que realizar varios estudios, como exámenes e interconsultas con diferentes especialidades como cardiología y endocrinología para posteriormente operarla ”, señaló el doctor César Chávez Rodríguez, gerente y director técnico del hospital
“Se llegó a la conclusión de que es un fibrolipoma (masa dura de grasa que se endureció)”, manifestó.
Con la operación, explicó, podía presentarse una complicación respiratoria en la paciente debido a la no adaptación al ajuste que se hizo en su abdomen
“Hubo necesidad de llevarla a terapia intensiva para que tenga asistencia respiratoria. Estuvo con respirador hasta que se adaptara al nuevo volumen y presiones internas. Mañana pasa a hospitalización”, dijo el galeno.
DIETA Y EJERCICIOS
Recalcó que a la paciente le espera el paso más difícil de su vida: aprender a comer. “Tiene que hacer su dieta. No es algo especial, si no saber discernir lo que le hace subir de peso. Tiene que llevar un plan de ejercicios para quemar toda esa grasa de su cuerpo”, específico.