La necesidad de trabajar por la responsabilidad de avanzar en una obra en la que se corrían muchos riesgos causó la muerte de un maestro mayor de la construcción.
El martes pasado, para muchos trabajadores fue un día de descanso por conmemorarse el Día Internacional del Trabajo, pero Jorge Humberto Guamaní Toapanta decidió “festejar” laborando en compañía de otros cuatro obreros.
Como maestro mayor estaba a cargo de realizar y terminar una obra para el Municipio de Quito, que era construir muros de contención de concreto, especialmente bajo las viviendas que se hallaban en riesgo al filo del río Grande, en el sector de Santa Bárbara Baja, entre la avenida Mariscal Sucre y pasaje S25D, sur de Quito.
Los trabajos habían empezado hace un tiempo, en medio de los riesgos, porque el fuerte temporal invernal que soporta la capital provocó inundaciones y derrumbes en varios sectores.
El martes parecía que el clima mejoró, pero llegó el mediodía y una tempestad cayó en el sur de la ciudad por más de una hora, según narraron los moradores.
En medio del mal clima, Humberto Guamaní y cuatro obreros más trabajaban sin medir el peligro, ya que el agua hizo crecer el caudal del río y también minó el suelo donde están asentadas varias humildes casas.
La obra avanzaba, por lo que el maestro mayor y sus colaboradores colocaron muros de piedra al pie de los inmuebles, para después seguramente cubrirlos con concreto y así evitar una desgracia con los propietarios de los inmuebles que están al filo del afluente.
SE DERRUMBAN LOS PAREDONES
Aproximadamente a las 12:45, los muros de piedra se derrumbaron y parte del patio donde estaba la lavandería de una vivienda se desplomó con violencia, cayendo sobre la cuadrilla de obreros que estaba al filo del río.
Los gritos desesperados de las víctimas fueron escuchados por los moradores del sector, quienes enseguida intentaron ayudarlos, ya que la crecida corriente amenazaba con arrastrar los cuerpos de los albañiles.
De los cinco trabajadores, el maestro mayor fue el más afectado, porque la pesada lavandería de concreto cayó sobre su humanidad, causándole lesiones internas que después de unos minutos provocaron su muerte, ya que la pesada estructura de cemento aplastó el tórax de Humberto Guamaní.
Uno de los heridos fue llevado a una casa de salud.
La fatal novedad fue reportada de inmediato a la Policía y al Cuerpo de Bomberos, que llegaron al lejano lugar para prestar auxilio a las víctimas.
Guamaní, de 65 años, falleció, mientras que el dolor y angustia invadieron a sus seres queridos que arribaron al sitio.
El cadáver fue trasladado a la morgue para las diligencias de ley. Representantes del Municipio se hicieron presentes en el sitio para enterarse de la tragedia y aseguraron que investigarán el hecho.
TRABAJOS DE RELLENO
Moradores del sector manifestaron que desde hace varios meses se realizan los trabajos, pero que no han avanzado por el mal tiempo.
Josefina Chancusig comentó que una parte de la quebrada será rellenada, es por eso que primero los trabajadores construían muros de piedra para la contención de los cimientos de las casas que están casi en el “aire” y corren el peligro de caer al río.
El relleno de la quebrada servirá para ampliar las zonas verdes donde se levantará un parque de diversiones.
Para continuar con los trabajos, los albañiles que seguirán en la obra esperan contar con todo el material necesario, como gran cantidad de puntales, tablas y tablones para poder apuntalar las viviendas.
Por su parte, los dueños de casa pidieron la ayuda de las autoridades del Municipio para que lo más pronto posible se trate de “salvar” los inmuebles, al colocar puntales y sobre todo construir gaviones para evitar el deslizamiento de la tierra.