Tal como en las películas de acción, en las calles del suburbio de Guayaquil ocurrió una persecución que terminó con una balacera, en la que un adolescente murió y su hermano materno quedó herido.
Junto a las víctimas también se movilizaba un amigo, quien resultó ileso y fue retenido por la Policía. Nadie reconoció a los responsables del hecho. Según la Fiscalía, quienes los seguían estaban en dos automóviles y tres motocicletas.
El fiscal Santiago Rivadeneira, quien estuvo a cargo de las diligencias, mencionó que “se presume que lo sucedido haya sido por un lío de bandas”.
Persecución y balacera
Margarita Poma, una testigo, comentó que cerca de las 23:30 del pasado domingo se inició la persecución en el sector conocido como “Las Papas”, situado en Francisco Segura y la Séptima, al oeste del suburbio porteño.
Ella relató que en el lugar, por las noches, venden “salchipapas” y existen pistas de baile y bares que expenden licor.
Los parientes informaron que desconocen lo que hacían las víctimas en ese lugar. Solo expresaron que talvez fueron a comer.
“Los vehículos iban a toda velocidad. En el sector, las calles son angostas y cuando los tres jóvenes (dos hermanos y un amigo), que ocupaban un automóvil Kia Río escapaban de sus perseguidores por la Décima, rozaron el parterre e impactaron con un poste”, informó el fiscal Santiago Rivadeneira.
La autoridad agregó que “los sujetos que seguían a las víctimas se movilizaban en dos autos Aveo, uno negro y el otro vino, y tres motocicletas. Ellos los alcanzaron y dispararon en contra de O.P.E. (el hermano mayor), quien estaba en el puesto del conductor”.
Luego “(el amigo) A.C.G. corrió junto a C.D.M.E. (el adolescente), pero los motorizados alcanzaron al menor de edad y lo balearon. Él murió en el lugar, mientras que el otro sujeto fue detenido por el cabo Fernando Díaz cerca del sitio. Después lo traslado a la Policía Judicial para que rinda su versión”, acotó Rivadeneira.
Los responsables del hecho huyeron. El cuerpo del conductor quedó tendido sobre su asiento en el vehículo, mientras que su hermano estaba muerto a 50 metros de él, en la intersección de la Décima y Oriente.
El sector está ubicado en la parte posterior del colegio Assad Bucaram. “En la calle se encontraron más de 18 vainas calibre 9 milímetros. El retenido no aportó mucho con las investigaciones y expresó que temía por su vida. En cambio O.P.E. mencionó que no tenía problemas con nadie”, agregó el fiscal.
En cuanto a las investigaciones del caso, Rivadeneira señaló que “por el momento se presume que todo haya sido por un lío de bandas. Al parecer los afectados viven en un sector cercano al hecho y esperamos que la ciudadanía aporte con información”.
“Era Taxista”
La abuela paterna del herido manifestó que “hace tres años mi nieto se hizo de compromiso. Él tiene tres hijos y vivía a parte. Sé que trabajaba como taxista y yo lo recuerdo como una persona amable y cariñosa. Recién en la mañana me enteré lo que pasó. Esto me tiene destrozada”.
Otros parientes prefirieron no hablar. La madre de las víctimas solo dijo que su hijo adolescente “era estudiante”, mientras que el mayor “sacó su título de físico-matemático”, agregó la abuela.
Disparos
En la balacera el hermano mayor recibió 6 impactos de bala, según la Fiscalía, “al parecer pensaron que estaba muerto y lo dejaron”. En cambio, tras la autopsia del adolescente, los forenses determinaron que recibió 11 disparos en su cuerpo, distribuidos en tórax y extremidades superiores (brazos) e inferiores (piernas).