Los egipcios comenzaron hoy la ansiosa espera para conocer a su primer presidente libremente elegido, tras dos días de votación que podrían poner fin a la revolución llevada a cabo en el país en el marco de la Primavera Arabe, pero muchos temen que los comicios agraven la incertidumbre política y económica.Los Hermanos Musulmanes dijeron que su candidato islamista Mohamed Morsy encabezaba los votos al inicio del escrutinio, por delante de Ahmed Shafik, un ex general que fue el último primer ministro del depuesto Hosni Mubarak, por dos apoyos a uno.Sin embargo, no hay recuento oficial todavía ni encuestas independientes significativas.Si Morsy gana, podría ver restringidos sus poderes.Después de haber disuelto el nuevo Parlamento, de mayoría islamista, en vísperas de las elecciones, los generales gobernantes estaban preparando un decreto para limitar los poderes del nuevo presidente y plantearon la posibilidad de crear un órgano designado por los militares para redactar la nueva Constitución.El conteo de votos seguía en marcha, pero en un país que no está acostumbrado a elecciones libres no está claro cuándo podrían darse a conocer los primeros resultados. Tras la primera ronda de las elecciones el mes pasado, donde quedaron fuera varios candidatos populares, el conteo duró varias horas.El lunes, el nuevo presidente, ya sea Morsy o Shafik, conocerá, junto al resto del país, qué poderes recibirá de los generales, según dijeron a Reuters fuentes militares y legales.El consejo militar podría recuperar los poderes legislativos de un parlamento que los islamistas ganaron en enero, mientras que el presidente podría tener la potestad de nombrar el nuevo Gobierno.La participación, solo del 46 por ciento en la primera ronda de la votación presidencial, habría sido más alta en el decisivo balotaje.Muchos de los 50 millones de votantes no tenían claro por quién votar en una elección entre un hombre que es visto como un heredero de Mubarak y el candidato de un partido religioso comprometido a revertir las tradicionales libertades sociales."Voy a tachar (el voto) tanto a Morsy como a Shafik, porque no merecen ser presidente", dijo Saleh Ashour, un hombre de 40 años dueño de una tienda en el barrio de clase media de Dokki, en El Cairo, cuando se dirigía a votar.
Los egipcios comenzaron hoy la ansiosa espera para conocer a su primer presidente libremente elegido, tras dos días de votación que podrían poner fin a la revolución llevada a cabo en el país en el marco de la Primavera Arabe, pero muchos temen que los comicios agraven la incertidumbre política y económica.Los Hermanos Musulmanes dijeron que su candidato islamista Mohamed Morsy encabezaba los votos al inicio del escrutinio, por delante de Ahmed Shafik, un ex general que fue el último primer ministro del depuesto Hosni Mubarak, por dos apoyos a uno.Sin embargo, no hay recuento oficial todavía ni encuestas independientes significativas.Si Morsy gana, podría ver restringidos sus poderes.Después de haber disuelto el nuevo Parlamento, de mayoría islamista, en vísperas de las elecciones, los generales gobernantes estaban preparando un decreto para limitar los poderes del nuevo presidente y plantearon la posibilidad de crear un órgano designado por los militares para redactar la nueva Constitución.El conteo de votos seguía en marcha, pero en un país que no está acostumbrado a elecciones libres no está claro cuándo podrían darse a conocer los primeros resultados. Tras la primera ronda de las elecciones el mes pasado, donde quedaron fuera varios candidatos populares, el conteo duró varias horas.El lunes, el nuevo presidente, ya sea Morsy o Shafik, conocerá, junto al resto del país, qué poderes recibirá de los generales, según dijeron a Reuters fuentes militares y legales.El consejo militar podría recuperar los poderes legislativos de un parlamento que los islamistas ganaron en enero, mientras que el presidente podría tener la potestad de nombrar el nuevo Gobierno.La participación, solo del 46 por ciento en la primera ronda de la votación presidencial, habría sido más alta en el decisivo balotaje.Muchos de los 50 millones de votantes no tenían claro por quién votar en una elección entre un hombre que es visto como un heredero de Mubarak y el candidato de un partido religioso comprometido a revertir las tradicionales libertades sociales."Voy a tachar (el voto) tanto a Morsy como a Shafik, porque no merecen ser presidente", dijo Saleh Ashour, un hombre de 40 años dueño de una tienda en el barrio de clase media de Dokki, en El Cairo, cuando se dirigía a votar.