A quince días de su cumpleaños 27, los restos de Eduardo Elicio Burgos Castillo fueron velados en su vivienda, en la segunda etapa de la cooperativa Sergio Toral, en el noroeste de Guayaquil, a dos cuadras del sitio donde lo acribillaron.Según los familiares, dos sujetos identificados como “Pepito” y “Negro Rafa” serían los implicados en el homicidio que se suscitó la noche del pasado miércoles.En una denuncia presentada por los parientes en la Fiscalía consta que el crimen sería producto de una discusión que tuvieron la víctima y los sospechosos, por una baja cantidad de dinero, por la compra de un tanque y una bisutería empeñada.El occiso deja dos hijos y a su esposa embarazada de un mes. Ella y los demás familiares pidieron la reserva de su identidad, pues los asesinos están libres y temen represalias.Todo empezó hace 15 díasLa cónyuge de Burgos Castillo relató que “hace quince días ‘Pepito’ vino a empeñar un dije por dos dólares. Pasaron los días y no se acercó a pagar el dinero para que mi esposo se lo devuelva”.Luego, “el (pasado) martes, Eduardo le pidió que le venda un tanque y mandó a pagar los $ 4 que costaba. Un conocido se lo trajo y se dio cuenta que estaba dañado”, relató.La noche del miércoles anterior, cerca de las 22:00, los cónyuges y sus criaturas, de 3 y 1 año, descansaban en su vivienda. Después los convivientes discutieron y Eduardo Elicio salió a una esquina del sector y se encontró con “Pepito” y “Negro Rafa”, según narró la esposa.Algunos moradores escucharon que los sujetos y la víctima discutieron por una deuda, pero los parientes aclararon que se trataba de un dinero por un colgante.“Pepito”, según un familiar, “pedía que Burgos le devuelva un dije, pero él no lo tenía en ese momento. El muchacho ese andaba con el ‘Negro Rafa’ y le dijo que le dispare”.Quienes habitan en el lugar comentaron que se escucharon al menos seis disparos, pero Eduardo tenía tres impactos en su cuerpo, según el informe de la autopsia.Los testigos mencionaron que “Pepito” y “Negro Rafa” huyeron a pie, mientras que la víctima corrió a su vivienda para llamar a su esposa. Ella se comunicó con la madre de Burgos, quien acudió de inmediato al lugar. Sus últimas palabrasLa progenitora recordó que al lugar de los hechos “no llegó la Policía, por eso un amigo lo llevó en una moto a buscar un patrullero. Las últimas palabras que escuché de él fueron: Mamita, no me dejes morir. Cuida a mis hijos y a mi chola (así llamaba a su mujer). Te los dejo mamita, te los dejo”.La madre también rememoró que ella llamaba “Bebé” al fallecido, pues era su último vástago y el único varón. Tuvo cuatro hijas.“Yo en cambio lo llamaba ‘Lalo’, lo quería mucho. No podremos celebrar su fiesta y tampoco lo podré ayudar como le prometí. Él quería comprarse un carro para ponerse un negocio y llevar a pasear a su familia”, comentó el padre de la víctima.En la casa de salud, Eduardo Burgos recibió dos pintas de sangre pero no resistió y falleció a las 05:00 del pasado jueves.Quería que también lleve su nombreLa cónyuge mencionó que sus dos hijos llevan el nombre de su padre. Ella presiente que el que lleva en su vientre también será varón y espera llamarlo Eduardo, “así quería él”, señaló la mujer.AntecedentesSegún los parientes, el “Negro Rafa” estaría involucrado en la muerte de alias “Trompito”, ocurrida en la cooperativa Unión de Bananeros, en el Guasmo sur de la urbe porteña, pero en los registros de la Policía no consta este hecho.El fallecido registra una detención el 3 de abril de 2006 por homicidio simple.El sepelio de Burgos estaba previsto para las 17:00 de hoy.
A quince días de su cumpleaños 27, los restos de Eduardo Elicio Burgos Castillo fueron velados en su vivienda, en la segunda etapa de la cooperativa Sergio Toral, en el noroeste de Guayaquil, a dos cuadras del sitio donde lo acribillaron.Según los familiares, dos sujetos identificados como “Pepito” y “Negro Rafa” serían los implicados en el homicidio que se suscitó la noche del pasado miércoles.En una denuncia presentada por los parientes en la Fiscalía consta que el crimen sería producto de una discusión que tuvieron la víctima y los sospechosos, por una baja cantidad de dinero, por la compra de un tanque y una bisutería empeñada.El occiso deja dos hijos y a su esposa embarazada de un mes. Ella y los demás familiares pidieron la reserva de su identidad, pues los asesinos están libres y temen represalias.Todo empezó hace 15 díasLa cónyuge de Burgos Castillo relató que “hace quince días ‘Pepito’ vino a empeñar un dije por dos dólares. Pasaron los días y no se acercó a pagar el dinero para que mi esposo se lo devuelva”.Luego, “el (pasado) martes, Eduardo le pidió que le venda un tanque y mandó a pagar los $ 4 que costaba. Un conocido se lo trajo y se dio cuenta que estaba dañado”, relató.La noche del miércoles anterior, cerca de las 22:00, los cónyuges y sus criaturas, de 3 y 1 año, descansaban en su vivienda. Después los convivientes discutieron y Eduardo Elicio salió a una esquina del sector y se encontró con “Pepito” y “Negro Rafa”, según narró la esposa.Algunos moradores escucharon que los sujetos y la víctima discutieron por una deuda, pero los parientes aclararon que se trataba de un dinero por un colgante.“Pepito”, según un familiar, “pedía que Burgos le devuelva un dije, pero él no lo tenía en ese momento. El muchacho ese andaba con el ‘Negro Rafa’ y le dijo que le dispare”.Quienes habitan en el lugar comentaron que se escucharon al menos seis disparos, pero Eduardo tenía tres impactos en su cuerpo, según el informe de la autopsia.Los testigos mencionaron que “Pepito” y “Negro Rafa” huyeron a pie, mientras que la víctima corrió a su vivienda para llamar a su esposa. Ella se comunicó con la madre de Burgos, quien acudió de inmediato al lugar. Sus últimas palabrasLa progenitora recordó que al lugar de los hechos “no llegó la Policía, por eso un amigo lo llevó en una moto a buscar un patrullero. Las últimas palabras que escuché de él fueron: Mamita, no me dejes morir. Cuida a mis hijos y a mi chola (así llamaba a su mujer). Te los dejo mamita, te los dejo”.La madre también rememoró que ella llamaba “Bebé” al fallecido, pues era su último vástago y el único varón. Tuvo cuatro hijas.“Yo en cambio lo llamaba ‘Lalo’, lo quería mucho. No podremos celebrar su fiesta y tampoco lo podré ayudar como le prometí. Él quería comprarse un carro para ponerse un negocio y llevar a pasear a su familia”, comentó el padre de la víctima.En la casa de salud, Eduardo Burgos recibió dos pintas de sangre pero no resistió y falleció a las 05:00 del pasado jueves.Quería que también lleve su nombreLa cónyuge mencionó que sus dos hijos llevan el nombre de su padre. Ella presiente que el que lleva en su vientre también será varón y espera llamarlo Eduardo, “así quería él”, señaló la mujer.AntecedentesSegún los parientes, el “Negro Rafa” estaría involucrado en la muerte de alias “Trompito”, ocurrida en la cooperativa Unión de Bananeros, en el Guasmo sur de la urbe porteña, pero en los registros de la Policía no consta este hecho.El fallecido registra una detención el 3 de abril de 2006 por homicidio simple.El sepelio de Burgos estaba previsto para las 17:00 de hoy.