Entre la reinante oscuridad que se apoderó de todo el sector de Monte Sinaí luego de un apagón, el temor de sus moradores por presenciar lo peor se tornó realidad cuando varios disparos reventaron entre las enlodadas calles. Dos hombres cayeron abatidos por desconocidos dentro de un billar.Cerca de las 23:00 del pasado sábado, dentro de la casa de juegos El gato, ubicada en la villa 5, de la manzana B, en las afueras de la cooperativa Trinidad de Dios, dos misteriosos hombres, uno flaco, alto y trigueño, otro de estatura mediana y piel canela, irrumpieron para dejar su macabra huella de terror y tragedia.Minutos antes, Víctor Manuel Vélez Cuero, de 36 años, se acercó hasta el lugar para jugar unos minutos y consumir algunas bebidas alcohólicas. Al sentirse agotado, se arregló entre un pequeño rincón para dormir un poco. Cerca a él permanecía Rubén Darío Tarira Álvarez, de 40 años.“Yo estaba colocando las bolas en la mesa cuando vi que llegaron dos tipos de manera misteriosa. El flaco alto se acercó al señor Vélez, lo tocó en la frente y se puso a conversar por teléfono con alguien”, expresó Carlos Cantos, propietario del local.El toque en la frente fue un factor que causó el enojo de Víctor Manuel, quien se puso de pie y “le preguntó enojado que con quién hablaba. Yo lo detuve y le indiqué que se quede tranquilo, que recién se levantaba de dormir. Pero el tipo misterioso sacó un arma y me señaló que no me meta porque no era conmigo”, detalló Cantos.En ese instante el pistolero lanzó varios disparos contra la humanidad de Víctor Vélez, los cuales penetraron en su cabeza causando su muerte en cuestión de segundos. Al ver lo que ocurría con su compañero de bohemia, Rubén Tarira pretendió defenderlo y esto originó que el otro desconocido también le descargara varios disparos, que ingresaron por su zona torácica.“Los dos señores fallecieron al instante, mientras los otros tipos salieron corriendo disparando al aire para que nadie los siga”, manifestó el fiscal de turno Joffre Velasco.“Desde el interior de mi casa escuché ese poco de disparos y me ocurrió algo desesperante dentro de mí, le pedí a mi esposo que saliera a ver qué era lo que pasaba porque yo sentía que era mi hermano el que recibía esas balas y todo era verdad”, expresó una joven de 16 años, hermana de Vélez.Pronto el sector se llenó por la presencia de los agentes de Criminalística que llegaron con sus equipos especializados a cumplir la tarea de investigación y levantamiento del cuerpo. “No es posible que nos tengan en esta oscuridad por el simple hecho de ser pobres”, reclamó un morador.Entre el llanto y dolor de los parientes, los cuerpos fueron llevados hasta la morgue policial para la autopsia de rigor. El propietario del negocio acudió hasta las instalaciones de la Policía Judicial para rendir su versión voluntaria.
Entre la reinante oscuridad que se apoderó de todo el sector de Monte Sinaí luego de un apagón, el temor de sus moradores por presenciar lo peor se tornó realidad cuando varios disparos reventaron entre las enlodadas calles. Dos hombres cayeron abatidos por desconocidos dentro de un billar.Cerca de las 23:00 del pasado sábado, dentro de la casa de juegos El gato, ubicada en la villa 5, de la manzana B, en las afueras de la cooperativa Trinidad de Dios, dos misteriosos hombres, uno flaco, alto y trigueño, otro de estatura mediana y piel canela, irrumpieron para dejar su macabra huella de terror y tragedia.Minutos antes, Víctor Manuel Vélez Cuero, de 36 años, se acercó hasta el lugar para jugar unos minutos y consumir algunas bebidas alcohólicas. Al sentirse agotado, se arregló entre un pequeño rincón para dormir un poco. Cerca a él permanecía Rubén Darío Tarira Álvarez, de 40 años.“Yo estaba colocando las bolas en la mesa cuando vi que llegaron dos tipos de manera misteriosa. El flaco alto se acercó al señor Vélez, lo tocó en la frente y se puso a conversar por teléfono con alguien”, expresó Carlos Cantos, propietario del local.El toque en la frente fue un factor que causó el enojo de Víctor Manuel, quien se puso de pie y “le preguntó enojado que con quién hablaba. Yo lo detuve y le indiqué que se quede tranquilo, que recién se levantaba de dormir. Pero el tipo misterioso sacó un arma y me señaló que no me meta porque no era conmigo”, detalló Cantos.En ese instante el pistolero lanzó varios disparos contra la humanidad de Víctor Vélez, los cuales penetraron en su cabeza causando su muerte en cuestión de segundos. Al ver lo que ocurría con su compañero de bohemia, Rubén Tarira pretendió defenderlo y esto originó que el otro desconocido también le descargara varios disparos, que ingresaron por su zona torácica.“Los dos señores fallecieron al instante, mientras los otros tipos salieron corriendo disparando al aire para que nadie los siga”, manifestó el fiscal de turno Joffre Velasco.“Desde el interior de mi casa escuché ese poco de disparos y me ocurrió algo desesperante dentro de mí, le pedí a mi esposo que saliera a ver qué era lo que pasaba porque yo sentía que era mi hermano el que recibía esas balas y todo era verdad”, expresó una joven de 16 años, hermana de Vélez.Pronto el sector se llenó por la presencia de los agentes de Criminalística que llegaron con sus equipos especializados a cumplir la tarea de investigación y levantamiento del cuerpo. “No es posible que nos tengan en esta oscuridad por el simple hecho de ser pobres”, reclamó un morador.Entre el llanto y dolor de los parientes, los cuerpos fueron llevados hasta la morgue policial para la autopsia de rigor. El propietario del negocio acudió hasta las instalaciones de la Policía Judicial para rendir su versión voluntaria.