Murieron sepultados bajo tierra y asfixiados. No tuvieron escapatoria. Dos obreros que trabajaban en la instalación de tubos para el alcantarillado, en el cantón Simón Bolívar, provincia del Guayas, fallecieron la tarde de ayer a causa de un derrumbe de tierra que los cubrió por completo.
Las víctimas fueron identificadas como Xenón Dávila Mutre, de 33 años, y Marco David Chiqui Aguilar, de 27. Ellos junto a otros obreros instalaban tubos para alcantarillado en el sector de la ciudadela Primavera, en este cantón guayasense.
Cerca de las 16:00 de ayer, maquinaria pesada realizaba el trabajo de excavación, mientras los topógrafos y demás personal se encargaban de la instalación de los tubos.
La profundidad a la que estaban los dos obreros fallecidos era unos 4 metros más abajo del nivel de la calle.
El capitán Eduardo Mera, del Cuerpo de Bomberos, informó que cuando llegaron al sitio encontraron a Dávila y Chiqui atrapados bajo tierra, por lo que realizaron inmediatamente el trabajo de rescate, en el que participaron además elementos bomberiles de Milagro, Jujan y Simón Bolívar.
“Se trató de darles oxígeno, estaban bastante atrapados”, manifestó el oficial, quien luego del rescate confirmó la muerte de los dos obreros.
Una gran cantidad de curiosos presenció el dramático rescate de los cadáveres, que uno a uno, cubiertos de tierra, fueron sacados desde la profundidad de la calle.
Varios vecinos del sector, con palas en mano, colaboraron para sacar los cuerpos debajo de la tierra, conscientes del peligro de quedar también atrapados en cualquier momento.
Juan Carlos Chiqui, hermano de uno de los fallecidos, acudió minutos después al sitio de la tragedia. El hombre, en medio de gritos de desesperación, se abrió paso entre la gente y al observar el cadáver de su ñaño, quien fue recuperado, dejó deslizar sus lágrimas por su rostro, en medio de la impotencia y tristeza al confirmar con sus propios ojos la fatal noticia.
LA TIERRA SE AFLOJÓ
Javier Cavada, administrador de la obra, indicó que “se tomaron todas las medidas de seguridad necesarias” para realizar las labores, pero que “la tierra se aflojó” en el momento en que los hombres trabajaban.
Por su parte, moradores del sector, como Joselyn Saldaña, señalaron en cambio que “no existen las medidas de seguridad necesarias”, pues no hubo protección a los costados, y añadió además que en el sitio existen muchos niños y “en cualquier momento ocurre otra desgracia”.
Confirmado el fallecimiento de los dos obreros, estos fueron trasladados hasta la morgue de Simón Bolívar, en medio de una cantidad de gente que consternada presenció el hecho.
Dávila Mutre era oriundo de Naranjito, mientras que Chiqui Aguilar era de Yaguachi. Ellos eran amigos. Se conoció además que cada uno deja tres hijos en la orfandad.