Quién iba a pensar que las sábanas con las que los policías de la unidad de San Marino y Kennedy tienden sus camas y cobijan sus cuerpos del frío iban a servir para salvar vidas.
Entre las cinco personas que se salvaron consta una niña de tres años y una señora embarazada que lamentablemente por el peso, debido a su estado de gestación, cayó y como consecuencia del golpe por la noche perdió a su bebé.
De los 70 uniformados que acudieron al mediodía del lunes a la emergencia que se presentó en el edificio Las Cámaras, de la avenida Francisco de Orellana, los policías Segundo León, Ronald Silva y Jimmy Cueva fueron los primeros en llegar y evitar que los atrapados en el espeso humo se sigan lanzando en su desesperación por huir del interior del moderno inmueble.
El jefe de la Policía Judicial del Guayas, Marcelo Tobar, resaltó la labor de la institución, pues fueron sus miembros que salvaron las primeras vidas.
Manifestó que una vez que la central de radio alertó sobre el incendio, los mencionados policías motorizados acudieron al sitio y al observar que las personas atrapadas destruían angustiadas los ventanales, buscando la manera de escapar del flagelo, el cabo segundo Jairo León se regresó a la unidad San Marino y Kennedy en busca de sábanas y cobijas para emplearlas como amortiguadores para la caída de las personas.
Mientras el uniformado regresaba con las improvisadas “camas elásticas” sus colegas pedían a las afectados que no se lancen porque venían por rescate.
Y efectivamente a los pocos minutos llegó León con las prendas y, en una forma catalogada por Tobar como “un poco rústica, pero eficiente”, las amarraron para armar una especie de cama elástica con las que pretendían salvar vidas.
Para medir la resistencia de las sábanas, los policías pidieron lanzar primero a una infante de tres años.
En medio de la desesperación los hombres intentaban lanzarse dejando en segundo plano a las mujeres, sin embargo, los agentes los convencieron para que permitan primero salvarlas a ellas y en especial a la señora en estado de gestación.
Mientras se desarrollaba la labor de rescate de la embarazada, el policía Ronald Silva puso su cuerpo para amortiguar su caída, pues de lo contrario se preveía otra desgracia en el punto como la ocurrida con la contadora de la Cámara de Industrias de Guayaquil, Jacqueline del Rocío Alvarado Flores, de 40 años, quien resbaló al intentar salvar su vida por una ventana.
Esta situación, dijo Tobar, se dio antes de que lleguen los uniformados y otras unidades de rescate.
“La señora embarazada se soltó de una manguera a la cual estaba abrazada y cayó prácticamente sobre la humanidad del policía Silva”, mencionó el jefe policial del Guayas.
En total se lograron salvar a cinco personas, entre ellas a la embarazada, a quien no se le pudo salvar el producto de aproximadamente 30 semanas de gestación.