La imagen de su sobrina pasó por su mente cuando observó a una niña de 3 años detrás de él. Carlos Alberto Salazar Castro, de 22 años, estaba cerca de la ventana, sería el primero en salvarse el día del incendio en el edificio Las Cámaras, norte de Guayaquil, pero reflexionó y dejó pasar a una pequeña y luego a tres mujeres.
Quiso ser un héroe. Así contaron sus familiares fuera del hospital Luis Vernaza, donde permanece asilado hasta que se recupere de las quemaduras que sufrió en el incidente.
“No aguantaba la soga”
Diana Suárez, hermana de la víctima, comentó que su hermano le contó lo sucedido. Ella relató que “Carlos dejó pasar a la niña, a la señora que se lanzó y falleció. A la que murió asfixiada y a la chica que perdió a su bebé”.
Además, “cuando (Salazar) salía se rompieron algunos vidrios, se desesperaron quienes estaban dentro e hicieron lo posible por salir. Mi hermano expresó que antes de llegar a la terraza sintió que no podía, no aguantaba la soga. Él pidió fuerzas a Dios y, cuando estaba por caer, mi papá lo agarró y estuvo con él todo el tiempo”.
Carlos Salazar es mensajero hace dos años. Él trabajaba junto a su padre, ahora deberá recuperarse para laborar de nuevo.
“Carlos tiene quemaduras por dentro. Los primeros días escupía negro, ahora se le complica hablar. Las manos están muy quemadas. Tiene tantas vendas que parecen guantes de boxeo”, narró Diana.
El joven habita junto a su madre y un hermano. Es el menor de su casa. Según los allegados, a él le gusta farrear los fines de semana y viajar. “El último lugar donde estuvo fue Salinas y Montañita, días antes de la tragedia”, acotó.
Los familiares mencionaron que necesitan ayuda para los gastos hospitalarios. “Esperamos que alguna institución pública o privada nos apoye”, señaló la pariente.
Quien desee colaborar con ellos puede llamar al 093189681.