Somos los primeros en pisar la cancha del estadio Alejandro Serrano Aguilar. En este instante no se escucha ninguna barra apoyando a ningún equipo, solo el sonido de la cortadora de césped.
El escenario que recibirá al encuentro más importante de esta etapa está “peluqueándose”, no para quitarle fuerzas como a Sansón, si no para que esté más linda para el partido.
Así trabajan la cancha que recibirá a 22 jugadores y a los cuatro árbitros para el partido que puede marcar la historia del Barcelona enfrentando al “Cuenquita” en un cotejo donde todo el Ecuador tiene puesto sus ojos.
Antes que lleguen los dos equipos hay dos personas que “se sobran” en la cancha, la recorren como si fueran jugadores, tienen físico para ir y venir como si nada, ni agua piden, ni queman tiempo.
Segundo Landi, hincha confeso de El Nacional, con su carretilla y rastrillo, “se paseó” todo el escenario, pero ni el sudor se hace presente, se fue por la punta derecha, llegó al centro, luego hizo un jugada que lo llevó al fondo del arco, no ha gritado gol, pero sí tiene su carretilla llena de los recortes de hierba.
En otro lado de la cancha está Eduardo Molleturo, este si es fanático a morir del Deportivo Cuenca, está subido en la cortadora de césped, sabe que lo hace por su equipo y el visitante.
Todo un mediodía ha pasado en el escenario, pero la obra de arte está lista, la cancha solo espera que los equipos salten a jugar. Ellos después del corte del césped seguirán haciendo más cosas para que todo el estadio esté listo.
Landi se recorre la cancha
Segundo Landi es honesto en decir que su corazón es “rojo”, pero de El Nacional. En su vida no ha tenido más amores deportivos y expresa que se hizo fanático del “Nacho” cuando estaba en el cuartel y los llevaban para que apoyen al equipo “militar”.
Landi sabe que su labor será vista en Ecuador y el mundo, gracias a la imagen de Ecuavisa que lanzará el partido internacionalmente.
“La cancha debe quedar bien para que pase la prueba de los árbitros, ahora sabemos que es un partido muy importante, por eso debe quedar en óptimo estado. Ya estamos terminando, mírela bien como va quedando, hasta da ganas de acostarse”, señaló Landi, de 59 años.
Segundo lleva 14 años trabajando en el estadio cuencano, además de cortar el césped debe tener el estadio limpio, pasarle la franela a lo que más pueda, los palcos, las mesas y sobre todo que los camerinos estén brillantes.
“Sé que viene el Ídolo del país ante el equipo de la ciudad, estamos seguros que será una fiesta, ahora solo falta que arranque la hora del partido”, aseguró Landi, a quien le tocará ver el encuentro desde la zona del marcador.
Segundo ya ha olvidado cuantas carretillas de hierba ha recogido, deja de hablar con nosotros, coge su carreta y se va por el centro del área, el mismo lugar donde el domingo estará Damián Díaz y Narciso Mina.
Su “Cuenquita”
Eduardo Molleturo tiene siete años trabajando en el estadio. Sabe manejar la cortadora móvil como si fuera Narciso Mina en el área y está seguro que su trabajo será visto por millones de personas en Ecuador y todo el planeta.
“Esto lo hago con ganas y porque es mi trabajo, además aquí juega mi Cuenquita. Pilas que ganará el domingo, la cancha está lista para que venga y saque el partido”, expresó entre bromas Molleturo, quien nos preguntó de qué equipo somos y le respondemos que de todos los que ganan. “Mañana serán del Deportivo Cuenca”, dijo.
Su trabajo es recorrer toda la cancha en el carrito. “Este trabajo se hace cada 15, cuando juega el equipo de local, pero esta vez le pusimos más empeño a la labor, porque se trata de un partido fuera de serie, todo el mundo habla del encuentro, gracias a Dios la cancha ya está lista”, manifestó Manuel.
Esta es la otra cara del fútbol. Mañana, desde las 12:00, no se los verá en la cancha ni en las gradas, ellos son los “goleadores invisibles” del partido. Tienen en común con los jugadores que ellos también dejaron su esfuerzo y se ganaron el sustento para sus familias en la cancha, solo que en cosas distintas.