A Robert Amador Yánez Vera, de 48 años, la muerte de su madre le dolió tanto que decidió irse en busca de ella hasta la eternidad.
El hombre, quien habitaba en el cantón Yaguachi, sufrió amargamente por largos 3 meses la muerte de su mamá, por lo que el último lunes decidió ponerle fin a su tristeza. Primero se puso a libar en compañía de un yerno.
Luego llegó a la casa “como loco” y parecía que “se le había metido el diablo”, según indicaron sus consternados familiares, tanto así que no le importó manifestar delante de ellos su deseo de quitarse la vida.
Llorando de amargura, el hombre tomó una soga ante la mirada atónita de sus hijos y esposa, esta última lo tomó del brazo y le gritó “qué vas a hacer” y Yáñez salió corriendo del inmueble y con el cabo entre sus manos.
Él se dirigió hasta una finca cercana, mientras los gritos desesperados de sus hijos y esposa, que lo llamaban incesantemente, se perdían con el eco.
Los deudos de Robert Amador indicaron que mientras realizaban la búsqueda escucharon a lo lejos el sonar de una rama como que se partía. Era el cuerpo del atribulado hombre que se guindó de un árbol para acabar con sus penas. Yáñez partió de este mundo para “ir en busca de su mamita”.
(ATR)