Nuevamente las carreteras de la península se tiñen de sangre. A las 15:00 de ayer, en otro accidente de tránsito, tres personas perdieron la vida de forma instantánea al estrellar el auto que iban contra una baranda.
El lamentable hecho ocurrió en el kilómetro 91 de la vía Santa Elena-Guayaquil, por la población de Zapotal, en circunstancias que un Chevrolet Spark rojo, placa GRM-684, que circulaba desde la península hacía el puerto principal, se impactó contra la baranda de un puente que existe a la salida de la citada comunidad.
Se presume que al pequeño automotor se le explosionó la llanta delantera derecha y por la velocidad que llevaba el conductor no pudo controlarlo y se impactó frontalmente contra el muro de cemento o quizás el chofer se quedaría dormido, esa es otra de las hipótesis que investigan los de la Comisión de Tránsito del Ecuador.
Por la fuerte colisión las tres personas que viajaban en el carro fallecieron: Washington Alberto Alvarado Ubilla, de 68 años, y su esposa Elisa Bélgica de Lucas Guzmán, de 69 años, además Catalina Guzmán, de 84 años, madre de Elisa.
Según relataron sus familiares en la morgue de la península, los esposos ecuatorianos residentes en los Estados Unidos llegaron al Ecuador el pasado 24 de mayo a sepultar a un familiar y tenían previsto regresarse el 30 de julio, pero el destino no los dejó embarcarse en el avión de retorno a la tierra del “Tío Sam”.
Los esposos ayer decidieron visitar a Catalina Guzmán, quien vivía en Playas, y fletaron un taxi amigo. Los deudos desconocen qué fueron hacer a Salinas y regresaban a Guayaquil cuando la muerte se les presentó.
Ellos vivían en el sector Cristo del Consuelo, de Guayaquil.
Un cuadro desgarrador
El mayor Edmundo Rosales, de la CTE, manifestó que serán los agentes de la OIAT quienes determinen qué fue lo que realmente pasó, además quien conducía el automotor se daría a la fuga, porque no se lo encontró.
El oficial narró que cuando llegaron los vigilantes dos de los cuerpos estaban tendidos en el asfalto y una mujer colgaba de la puerta izquierda, mientras que el carro estaba destruido en su totalidad y parecía un acordeón.
Fue algo desgarrador ver los muertos tirados por todos lados, decían quienes llegaron al lugar del accidente. El golpe contra el muro de cemento fue tan fuerte que fallecieron al instante. E carro accidentado fue traslado por una grúa hasta el destacamento de la CTE.