El lugar presenta un aspecto deprimente: Basura, palos y trozos de paredes de ladrillos esparcidos en el piso o acumulados en rincones y un olor nauseabundo que ahuyenta a quienes osan pasar en las inmediaciones.
Se trata de los restos de un vetusto inmueble ubicado en Noguchi entre Franco Dávila y Manabí, que fue abandonado a principios de año y cuya demolición, hace tres meses, quedó inconclusa.
De esto se aprovecharon, según quienes viven en este sector del centro de Guayaquil, sujetos que aprovechan las noches para refugiarse en el interior, consumir drogas o arrojar toda clase de basura.
Incluso, indicó Luis Robles, el mal olor que despide el lugar se debe a que también se convirtió en una especie de letrina. “No se puede ni entrar porque todo el sitio apesta y cuando hace sol es peor”, señaló.
Lo mismo expresó Mirna Salcedo, quien tiene un taller radiotécnico justo al lado derecho. Para ella es insoportable la pestilencia y lo peor es que hasta las ratas salen de sus escondrijos y tratan de meterse en las viviendas cercanas. Aseguró que los dueños murieron hace algún tiempo.
Patricia de López recordó que en el lugar había una casa de construcción mixta de dos pisos y un entrepiso, en donde vivían algunas familias, pero debido al mal estado el Municipio conminó a sus ocupantes a desalojarla.
Esto sucedió en enero de este año. Desde entonces quedó abandonada hasta que hace tres meses, aproximadamente, comenzó su demolición, pero esta tarea no fue concluida.
Ahora lo que se observa son vigas de madera que penden peligrosamente, al igual que las paredes. De allí que urge su inmediata demolición.
Ayer por la mañana, funcionarios del departamento de Aseo Cantonal inspeccionaron el lugar, tomaron fotografías del sitio y solamente manifestaron que realizarán un informe a la comisaría respectiva para tomar las acciones oportunas.