Fue a ver a un amigo al sur de la ciudad, pero cuando regresaba, porque no lo encontró, fue sorprendido por cinco sujetos.
Se le embarcaron en el carro donde se movilizaba y con la misma camisa que vestía le taparon la cabeza. Luego se lo llevaron a una casa por la isla Trinitaria, donde lo retuvieron por varias horas hasta que lo soltaron, pero con la cabeza rota, sin el carro ni el resto de sus pertenencias.
Jefferson Merchán contó que eran las 23:00 cuando fue interceptado por un Chevrolet rojo, de donde se bajaron varios desconocidos. Estos, con armas de fuego, lo amenazaron y se le metieron al Aveo gris, placa GSE-1128, propiedad de Kléber Llanos, quien se lo prestó para ver a su amigo. Los delincuentes le amarraron las manos con una correa y los pies con unos cordones de zapatos. En el rostro y la cabeza le pusieron su propia camisa.
Luego se lo llevaron con rumbo desconocido, hasta que llegaron a una casa donde habían otros cómplices, incluida una mujer, quienes lo insultaban y amenazaban, por último le dieron un golpe en la cabeza con un arma y lo hirieron.
Después de un tiempo, los mismos delincuentes lo desvendaron, desamarraron y le pidieron que salga rápido, sin mirar hacia atrás, de lo contrario lo matarían. La víctima expresó que al salir, por una gasolinera, se dio cuenta que estaba en la vía Perimetral.