
La familia Osorio Briones no se imaginaba que un indefenso sapo les alertaría de una inminente tragedia. Pero así pareció ocurrir. Porque el jueves por la tarde, poco después de que el animal se dejara ver en el lugar, un carro chocó contra su vivienda de La Pulida, al occidente de Quito. En el accidente, una persona murió y cuatro resultaron heridas, todas ellas con edades comprendidas entre los 25 y los 30 años.
Patricia Osorio, propietaria del inmueble afectado, vio al animal en la mañana. “Mi hermano me dijo que cuando aparece (el sapo), ocurre una desgracia”, comentó la mujer, quien inicialmente no creyó en las palabras de su pariente.
El ‘avistamiento’ se produjo alrededor de las 11:00. Poco después, ella salió de casa para ver a su hija en el colegio. Ambas regresaron y Osorio se dedicó a preparar el almuerzo.
A la comida se unió Freddy, quien le advirtió de lo que supuestamente representaba el anfibio: “Nos estábamos riendo de algunas cosas y me fui a dar de comer a los perros”.
Diez minutos más tarde, regresó para descansar un poco. “Le dije a mi hija que nos fuéramos a acostar y, en ese rato, se escuchó el estruendo”, rememoró la dueña de la vivienda, que había estado a punto de entrar al cuarto donde estallaron los ventanales.