La final de microfútbol senior, de la Federación de Ligas Barriales de Quito, terminó a “puñete limpio” en contra del árbitro Ruperto Granda.
El partido entre Direcorp, representante de la Confraternidad Kennedy y Starmen, de San José de Calderón, se desarrollaba sin inconveniente en la cancha dos de Liga Las Casas, al noroccidente de Quito, hasta que en el segundo tiempo del compromiso, el equipo blanco de Starmen se puso en ventaja por 1-0 ante su rival, gol marcado por el goleador del torneo Amaury Padilla, con 22 anotaciones.
ACCIONES BRUSCAS
Con la desventaja en el marcador, el Direcorp empezó a patear a sus rivales sin ningún tipo de contemplación.
El juez sancionaba las faltas con tarjetas amarillas provocando que desde las gradas los hinchas le insulten y amenacen de muerte.
Lo inesperado y sorpresivo llegó cuando faltaban 15 segundos para terminar el partido de fútbol.
Un jugador de Starmen se lesionó y quedó tendido en la cancha, esto molestó a un hincha rival, quien ingresó al terreno de juego e intentó levantar al hombre que estaba golpeado, originando una pelea entre los jugadores de ambas escuadras.
Por falta de seguridad el árbitro hizo sonar su pito y dio por terminado el encuentro, con esto elStarmen se proclamaba campeón del certamen.
TODOS CONTRA EL JUEZ
Esto causó indignación en los simpatizantes de Direcorp, quienes sin ver las consecuencias descargaron toda su ira agrediendo al árbitro Ruperto Granda, quien recibió golpes por varios jugadores, especialmente del portero Jorge Silva que fue el agresivo.
Para precautelar su vida Granda, quien lleva 30 años pitando, tuvo que lanzarse a un terreno continuo a la cancha donde se originó el pleito.
PROTECCIÓNPOLICIAL
Con mucho nerviosismo y con sus manos temblando Granda pidió protección policial para poder salir del escenario deportivo, pues temía por su vida, “tengo que mandar un informe amplió a la Federación de Ligas Barriales de Quito para que ella tome la medida respectiva en este hecho. Nunca me ha pasado nada de esto”, denunció el juez.