Gonzalo Higuaín se sentó ayer en la sala de prensa de Valdebebas con la certeza de que no se moverá del Real Madrid. Ayer no lo dudó, pero esa pregunta no habría tenido una respuesta tan contundente poco antes de acabar la temporada. Sin embargo, todo arreglado, el delantero no ha querido esperar, el club tampoco, y ha sido el primero en sentarse ante los medios, el primero en dar la cara, para confirmar su continuidad.Pese a que ayer El Pipita dijo que siempre pensó en blanco, es una realidad que estuvo con un pie fuera. Fue entonces cuando llegó la charla con Mourinho y las muestras de cariño de sus compañeros, por un lado, y de la afición del Bernabéu, por otro, pidiendo que se quedara durante la celebración por la Liga.Gracias a todo esto Higuaín se olvidó de una oferta más que tentadora de la Juventus. El diario español Marca ha podido saber que el argentino rechazó una propuesta de la Vecchia Signora de 7 millones netos, exactamente el doble de lo que cobra en el Real Madrid.La Juve había hablado con su padre para presentarle la propuesta. Había llegado a Madrid con el firme propósito de llevarse al ariete y adelantarse de paso al PSG, que también estaba dispuesto a sacar la chequera.A Higuaín se le vio ayer seguro y confiado, pero hace apenas dos meses no lo veía tan claro. Su suplencia le hizo al menos, dudar de si quizá era el momento de volar del Bernabéu. Algunas voces le intentaron convencer de ello, pero al argentino le bastó la palabra de su entrenador en una charla que resultó clave, como el propio delantero confirmó ayer en la rueda de prensa. "Es un tema nuestro [la conversación], no voy a decir nada al respecto. Sí tuvo que ver, tanto la reunión, como mi familia, como el Bernabéu la última vez, como los compañeros. Es lo que me da fuerza para estar aquí y para afrontar este año con el máximo optimismo y la máxima ilusión posible. El cariño de todos me dio mucha fuerza para seguir".En torno a los rumores sobre su marcha, Higuaín quiso aclarar ayer, también, la anécdota de la camiseta firmada por todos sus compañeros el día de la celebración por el título de Liga. Se interpretó como un gesto de despedida, pero El Pipita lo descartó ayer: "La camiseta no fue en torno a la despedida, fue una camiseta que pedí firmar como recuerdo para mí".El argentino mira ahora hacia adelante. Quiere ganar más con el Madrid y se le ve ambicioso: "Pude ganar títulos, cumplí sueños y ojalá que este año se puedan conseguir otros, como la Champions, pero afronto esta temporada como el primer día que llegué aquí, con mucha ilusión".