Fermín Vergara, el ex drag queen que hace diez años se inyectó silicona líquida en los glúteos, por fin vio una luz de esperanza, luego de que un cirujano plástico acogiera su caso y lo ayudara gratuitamente extrayéndole un 40% de la sustancia, lo cual calmó el intenso dolor.
“En este momento me cicatrizan los orificios que me hizo el doctor para extraerme la silicona”, comentó Fermín, quien teme por su vida por los efectos de la mortal sustancia con la que subsiste. Una transexual que falleció inyectó en su cuerpo un galón de líquido, el cual se regó por sus caderas, órgano genital y piernas.
Hasta hace pocos días sufría de fuertes dolores que le impedían realizar sus actividades, hasta que decidió pedir ayuda.
“Le he retirado un 40% con el método de succión”, señala Franz Leví, cirujano plástico que se condolió de la situación del joven.
Fermín relata que el galeno le inyectó primero una sustancia para diluir la silicona endurecida en las piernas, caderas, testículos y glúteos.
“Ahora no siento los dolores insoportables en mi columna ni coxis como antes. Puedo inclinarme. No siento ese calor intenso en los glúteos”, señaló entusiasmado.
“En la primera y segunda sesión me puso anestesia local y con mucha cautela realizó el trabajo. Estuve consciente todo el tiempo. Cuando terminó de extraerme la silicona me mostró el material. Me sacó una considerable cantidad del líquido que puso en un recipiente. Era algo grasoso, había unas bolitas como cápsulas. Cuando las aplastaba con los dedos salía algo cristalino”, señala Fermín, quien toma medicamentos para la infección e inflamación y permanece fajado.
“Entré a las consultas desde las 16:00 y salí a las 19:00”, comentó.
“Antes de este procedimiento, sentía las nalgas duras, ahora están flácidas, me puedo sentar sin que me duela. La molestia en los testículos también bajó, aunque hay momentos en que siento hincones. Estoy agradecido con Dios, con Diario EXTRA y con el doctor por ayudarme a tener una mejor calidad de vida”.
Una técnica que no deja huellas“Saqué la sustancia endurecida en los puntos en los que sentía mucho dolor y quemazón. Todavía le quedan cúmulos, en las próximas sesiones serán retirados mediante la técnica que aplico, que consiste en diluir la silicona y extraerla”, señaló Franz Leví.
El galeno prefiere no revelar el nombre del disolvente químico que aplica para evitar que personas inescrupulosas también se dediquen a sacar la silicona.
Denomina a su método “técnica consular”, la cual evita que los pacientes sufran deformaciones en su cuerpo, “mientras que con las intervenciones quirúrgicas se corre el riesgo de arrancar tejidos, dejar depresiones (huecos) y cicatrices feas en la piel”.
“Esto es lo bueno de dicha técnica, que la persona se recupera rápido. Con la extracción que se realiza baja la carga de silicona y cesa el dolor. Esto le permite una mejor calidad de vida”, dijo el especialista.
Fermín anhela recuperar su fisonomía varonil, “ya que como misionero espiritual de una iglesia mi aspecto me resulta incómodo”.