Su cónyuge cumplirá 26 años este domingo. Iban a festejarlo y luego harían planes para casarse, pero los cuatro tiros que le dieron la noche del pasado lunes le quitaron la vida. Ella soñaba con tener una niña.
Ana Rosa Duarte Henao, de 27 años, trabajaba hace poco tiempo como camarera en la barra De Vasco, ubicada en las calles Lizardo García y El Oro, en el sur de Guayaquil.
Su conviviente, Leonardo Franco, mencionó que la última vez que se comunicó con su amada fue a las 20:00 de aquel día, una hora y media antes del hecho. “Ella me dijo que todo estaba tranquilo y que el negocio estaba un poco vacío”, comentó.
Luego, cerca de las 21:30, “recibí una llamada y me dijeron que (a Duarte) le habían disparado. Estaba en mi negocio, en el Guasmo, y dejé todo por ir a buscarla y saber qué había pasado”, mencionó Franco.
Mientras Leonardo se movilizaba hacia el lugar de los hechos, Ana Duarte fue trasladada al hospital Abel Gilbert Pontón en un patrullero, según relataron los testigos. Cuando el cónyuge llegó, la mujer no estaba.
En la casa de salud confirmaron que Ana Rosa había muerto en el trayecto. Sus restos fueron llevados al anfiteatro de Medicina Legal.
La mañana de ayer, agentes de Criminalística acudieron al local donde trabajaba la víctima. En cambio Franco se dirigió a la morgue. En el sitio contó que “este domingo será mi cumpleaños. Después de festejarlo íbamos a planear nuestra boda”.
Franco agregó que “ella quería tener muchos hijos, pero que la primera sea niña. No tenía inconvenientes, lo que Dios hubiera querido para mí estaba bien. Ahora Ana no está”.
La pareja habitaba en la isla Trinitaria, a una cuadra de la vía Perimetral. Duarte Henao será velada en la casa de sus padres, en el sector Las Malvinas, sur de la urbe.
El cónyuge recordó que “la víctima ganaba ochenta dólares a la semana. Ella trabajaba de lunes a sábado, a partir de las 18:00”.
También mencionó que “me contaron que antes del crimen, el dueño del local mandó al guardia a cambiar un billete y fue en ese momento que unos tres sujetos aprovecharon para meterse en la barra”.
Franco denunció en la Fiscalía anexa a la Policía Judicial que “mi esposa no tenía problemas con nadie”. Un allegado de la víctima mencionó que Duarte tenía tatuado un corazón en la pierna izquierda y otro de un gusano pequeño en la mano derecha.
Además, el pariente informó que la víctima recibió tres tiros en el tórax y uno en el cráneo, este último con heridas de entrada y salida.
Baleada tenía implantes mamarios
Hasta el cierre de esta edición aún no reconocían a la mujer que fue baleada y abandonada cerca del kilómetro 19 de la vía Guayaquil-Salinas.
La víctima, de aproximadamente 25 años, fue hallada a las 10:30 del pasado lunes. Agentes de Criminalística encontraron un anillo que tenía grabado el nombre Gabriela y la fecha 29 de mayo de 2010.
El lugar de los hechos estaba lleno de maleza y había basura. El reciclador Carlos Caputti recordó que en 14 años que trabaja en el sector es la primera vez que observa algo así y que fue un colega que encontró a la joven.
La mañana de ayer, el jefe de Medicina Legal, Juan Montenegro, informó que “al momento del hallazgo la chica tenía cerca de 14 horas de fallecida. Coincide con el tiempo de muerte de los dos hombres hallados dentro de un vehículo en la vía a La Aurora la noche del domingo”.
El forense agregó que “la mujer tenía un disparo en el cráneo. Vestía ropa deportiva y tenía dos tatuajes en su cuerpo: un diseño de una mariposa de colores en el abdomen y otro de una telaraña, con una araña, en la región escapular derecha (parte posterior del hombro)”. Además, según Montenegro, en la autopsia se determinó que la muchacha “tenía implantes mamarios”.