Una boa constrictor de dos años y 1,40 metros de largo, "que no es peligrosa" según la prefectura de Ain (centro de Francia), se escapó de su propietario y no ha sido vista en tres días, aunque se supone que disfruta de una apacible digestión en los conductos de ventilación.El dueño, un joven de 20 años, vive en un pequeño edificio del centro de Bourg-en-Bresse, según el diario regional Le Progrès.El propietario sacó al reptil, una hembra de nombre Astrid, de su terrario para darle de comer una rata, explicaron los bomberos.La boa se escapó por un conducto de ventilación del baño. Desde entonces, no hay noticias de ella. "A priori, se ha marchado para realizar una larga digestión, de una a tres semanas", comentó la prefectura, destacando que el animal "no es venenoso, ni peligroso"."El único riesgo es llevarse el susto de su vida", si por casualidad la boa aparece en uno de los apartamentos del inmueble, añadió.Según los bomberos, el propietario ocupa la última planta del edificio y el ático. El inmueble alberga dos viviendas más y un comercio en la planta baja, según la misma fuente.
Una boa constrictor de dos años y 1,40 metros de largo, "que no es peligrosa" según la prefectura de Ain (centro de Francia), se escapó de su propietario y no ha sido vista en tres días, aunque se supone que disfruta de una apacible digestión en los conductos de ventilación.El dueño, un joven de 20 años, vive en un pequeño edificio del centro de Bourg-en-Bresse, según el diario regional Le Progrès.El propietario sacó al reptil, una hembra de nombre Astrid, de su terrario para darle de comer una rata, explicaron los bomberos.La boa se escapó por un conducto de ventilación del baño. Desde entonces, no hay noticias de ella. "A priori, se ha marchado para realizar una larga digestión, de una a tres semanas", comentó la prefectura, destacando que el animal "no es venenoso, ni peligroso"."El único riesgo es llevarse el susto de su vida", si por casualidad la boa aparece en uno de los apartamentos del inmueble, añadió.Según los bomberos, el propietario ocupa la última planta del edificio y el ático. El inmueble alberga dos viviendas más y un comercio en la planta baja, según la misma fuente.